
Si bien el magnate sudafricano Elon Musk concretó esta semana la que podría ser una de las principales maniobras de su carrera, la compra multimillonaria de la red social Twitter, otra de sus compañías sufrió un efecto adverso.
La bolsa de Nueva York registró un desplome del 12% en las acciones de Tesla, empresa de automóviles eléctricos a cargo de Musk, por el temor de los inversionistas de que el magnate usara recursos de la empresa para completar la compra de Twitter, zanjada con 44,000 millones de dólares.
La compañía perdió unos 126,000 millones de dólares de su valoración en una sola sesión de bolsa como respuesta a la determinación de Musk de adquirir la red social, en la que aseguró que busca fomentar la libertad de discurso, aunque fue recibido con escepticismo y burlas por algunos usuarios de la plataforma.
Desde inicios de abril, cuando Musk anunció su intención de adquirir Twitter, las acciones de Tesla han decrecido en un 23% en total, de acuerdo con un análisis del medio especializado en finanzas Bloomberg.
Musk ha sido discreto en transparentar cómo garantizará los recursos para la adquisición de Twitter, lo que genera inestabilidad para Tesla en la bolsa.
Se sabe que está utilizando acciones de la automotriz como garantía en la transacción, lo que genera incertidumbre entre los accionistas de la compañía.
Además, los mercados de valores experimentan ventas masivas por la inflación persistente en el mundo como consecuencia, entre otros factores, del conflicto entre Rusia y Ucrania.