
Las autoridades norcoreanas detectaron la jornada pasada más de 263,000 pacientes con síntomas compatibles al coronavirus, y el total de esos casos supera ya 2.2 millones, informó la Agencia Telegráfica Central de Corea (KCNA, según sus siglas en inglés).
El total de muertos por una "fiebre", tal y como denominan esta enfermedad los medios oficiosos del Estado, ascendió a 65.
Según los datos actualizados al 19 de mayo, más de 1.5 millones de contagiados se recuperaron y unos 750,000 están sometidos al tratamiento.
El brote de lo que los medios norcoreanos se empeñan en llamar "fiebre no identificada" ‒y que, según las sospechas, son casos de infección por el virus SARS-CoV-2‒ estalló a finales de abril.
Se desconoce por el momento qué porcentaje de "pacientes con fiebre" realmente corresponde al COVID-19, pero está confirmado que al menos uno de los fallecidos tenía la subvariante BA.2, la llamada ómicron furtiva.
A lo largo del país se mantiene un estricto confinamiento y el Ejército desplegó a sus médicos en todas las farmacias de Pyongyang para garantizar el suministro de medicamentos las 24 horas al día.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó "preocupación" el 16 de mayo por el brote de contagios en Corea del Norte y reiteró su oferta de asistencia.
La directora regional para Asia Suroriental, Poonam Khetrapal Singh, dijo que la OMS está dispuesta a brindarle a Corea del Norte el apoyo técnico para ampliar las pruebas, fortalecer la gestión de casos, implementar medidas sociales y de salud pública específicas de la situación, y proporcionar suministros médicos y medicamentos esenciales.