
El Ministerio de Exteriores, el asesor de la seguridad nacional y los ministros británicos deben asumir la responsabilidad por la mala preparación y abandono de los aliados del Reino Unido a la hora de retirarse de Afganistán en agosto de 2021, dice la reciente investigación de la Cámara de los Comunes del parlamento británico.
La investigación, publicada este martes, fue realizada por el Comité de los Asuntos Internacionales de la Cámara de los Comunes.
"La forma en que nos retiramos de Afganistán fue un desastre y una traición a nuestros aliados que dañarán los intereses del Reino Unido en los próximos años. Esta investigación ha identificado fallas sistémicas de inteligencia, diplomacia, planificación y preparación, muchas de las cuales se debían, al menos en parte, al Foreign Office, y ponen en entredicho la coordinación que brindó el Consejo de Seguridad Nacional", dice el comunicado.
Añade que el gobierno británico "no pudo responder adecuadamente a la decisión de Washington de retirarse, predecir la velocidad de la toma del poder por parte de los talibanes, así como planear o preparar la evacuación de los socios afganos".
Los parlamentarios señalan que si bien es "conveniente" echar la culpa de estos fracasos al Ministerio de Exteriores e inteligencia militar, los ministros también debieron haber promovido otro rumbo político.
"El hecho de que los altos funcionarios del Ministerio de Exteriores estaban de vacaciones cuando Kabul cayó, marca una falta fundamental de seriedad, comprensión y liderazgo durante una emergencia nacional", subrayan los diputados.
Desde su punto de vista, lo más indignante de la operación fue "una total ausencia" de un plan para evacuar a los afganos que apoyaban la misión británica sin ser empleados oficiales del Gobierno del Reino Unido, aunque la necesidad de salvarlos se dio a conocer 18 meses antes del colapso del país, en febrero de 2020 cuando el entonces presidente de EEUU Donald Trump firmó el acuerdo de Doha.