
El Banco Mundial revisó a la baja su pronóstico de crecimiento global para 2022 del 4,1 por ciento al 2,9 por ciento.
"Se espera que el crecimiento mundial caiga del 5,7 por ciento en 2021 al 2,9 por ciento en 2022, significativamente más bajo que el 4,1 por ciento que se anticipó en enero", dijo este martes el Banco Mundial en su informe Perspectivas económicas globales.
El presidente del Banco Mundial, David Malpass, señaló que el conflicto en Ucrania y los bloqueos de covid-19 en China están "atacando el crecimiento".
Advirtió que muchos países pueden enfrentar una recesión.
"Los mercados miran hacia adelante, por lo que es urgente alentar la producción y evitar las restricciones comerciales. Se necesitan cambios en la política fiscal, monetaria, climática y de deuda para contrarrestar la mala asignación de capital y la desigualdad", dijo Malpass.
POR REGIONES
En Europa y Asia Central se espera que la economía se contraiga un 2,9 por ciento este año antes de crecer un 1,5 por ciento en 2023, mientras que en Asia Oriental y el Pacífico se prevé que el crecimiento se desacelere a un 4,4 por ciento este año y aumente a un 5,2 en 2023, agregó el informe.
En África subsahariana, el Banco Mundial espera que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca un 3,7 por ciento en 2022 y un 3,8 en 2023.
Por otro lado, el crecimiento económico de América Latina y el Caribe se ralentizará hasta 2,5 por ciento en 2022 y 1,9 por ciento en 2023; mientras que Oriente Medio y el norte de África pueden experimentar un crecimiento del 5,3 por ciento en 2022 antes de disminuir al 3,6 por ciento en 2023, señaló el informe.
En general, el Banco Mundial espera que la situación aumente el riesgo de estanflación, con consecuencias potencialmente dañinas para las economías de medianos y bajos ingresos por igual.
El Banco proyecta que esta tendencia de crecimiento se mantendrá en los próximos dos años.
"Se espera que se mantenga a ese ritmo entre 2023 y 2024, ya que el conflicto en Ucrania interrumpe la actividad, la inversión y el comercio en el corto plazo, la demanda reprimida se desvanece y la política fiscal y monetaria se retira", dice el informe.
Los daños de la pandemia y el conflicto disminuirán significativamente el nivel de ingreso per cápita en las economías en desarrollo, que estará casi un cinco por ciento por debajo de su tendencia previa a la pandemia, agregó.