
Un ataque lanzado el pasado fin de semana por un grupo de hombres armados contra la localidad de Seytenga, en el norte de Burkina Faso, dejó al menos 50 personas sin vida, comunicó el portavoz del Gobierno, Lionel Bilgo.
"Hasta ayer (domingo), en las redes sociales circulaban cifras de entre 100 y 170 cuerpos. El Ejército llegó al lugar ayer y comenzó la búsqueda de víctimas, (...) para esta tarde se han encontrado 50 cuerpos. Y la investigación continúa", dijo, citado por el portal de noticias Burkina 24.
El jueves pasado esta misma localidad ya fue objeto de un ataque yihadista que provocó la muerte de 11 agentes policiales, tras lo cual, el Ejército anunció el abatimiento de una cuarentena de terroristas.
Bilgo explicó que la hipótesis barajada por el Gobierno es que el nuevo ataque contra Seytenga, perpetrado el sábado, fue una represalia por las acciones de los militares.
En Burkina Faso operan las organizaciones terroristas Ansar al Islam y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, ambas vinculadas a Al Qaeda (prohibida en Rusia y otros países).
La situación de seguridad en Burkina Faso se agravó desde 2015, después de un golpe militar. Desde entonces sufrió situaciones similares incesantes, lo que lo convirtió en un "Estado fallido", según las estimaciones de varios países y organizaciones internacionales.
El pasado 24 de enero, los rebeldes en Burkina Faso tomaron el poder en nombre del Movimiento Patriótico de Salvaguardia y Restauración (MPSR), destituyeron al presidente Roch Kaboré, disolvieron el Gobierno y suspendieron la Constitución.
Una semana después, los golpistas anunciaron la restauración de todas las cláusulas constitucionales que no se contradicen con el Acta Fundamental, un documento publicado por ellos para "garantizar la continuidad del Estado a la espera del establecimiento de los órganos de transición".