Después de que el Tribunal Supremo aboliera la Ley del Derecho al aborto en Estados Unidos, fue evidente la división de la sociedad y emergieron distintas manifestaciones. Una de las más importantes ocurrió en Facultad de Medicina en la Universidad de Michigan, donde el alumnado mostró su descontento colectivo al enterarse que una profesora antiaborto daría el discurso en su ceremonia de bienvenida.
En esta protesta, centenares de estudiantes abandonaron la “White coat ceremony”, su clásica ceremonia de bienvenida, debido a que la doctora Kristin Collier, quien daría el discurso, se declaró abiertamente “provida”.
En redes sociales se viralizaron imágenes de alumnos que portaban las batas blancas mientras abandonaban la sala cuando Collier se presentó.
En Twitter se viralizó un video que recibió más de 100,000 retuits y 800,000 "me gusta".
Incoming medical students walk out at University of Michigan’s white coat ceremony as the keynote speaker is openly anti-abortion pic.twitter.com/Is7KmVV811
— Scorpiio (@PEScorpiio) July 24, 2022
La protesta se organizó desde días antes de la ceremonia y más de 300 estudiantes firmaron una solicitud para evitar que la profesora diera el discurso.
El alumnado redactó de manera anónima un comunicado para exponer su posición e inquietud:
“Esto no es simplemente un desacuerdo personal; mediante nuestra petición nos alzamos en solidaridad contra los grupos que están intentando acabar con los derechos humanos y restringir la atención médica”.
Sin embargo, por medio de las redes sociales se ha apreciado cómo la población de Estados Unidos tiene posturas distintas.
“Como médico jubilado, saludo y felicito a cada uno de ustedes que siguió su conciencia y se puso de pie y se fue. Utilizar esta plataforma para expresar su respeto por la autonomía médica es un primer paso para cumplir con su compromiso", escribió en Twitter Tia Will.
También se defendió a la doctora. Una exalumna mencionó que "las creencias personales de Collier nunca surgieron durante los cursos… Aprendí mucho de ella sin tintes religiosos. Es una gran doctora y una gran profesora”.
Sin embargo, los estudiantes alegan que la medicina es intrínsecamente política y que es irracional que los médicos no defiendan la autonomía de los pacientes por ideas moralistas o religiosas.