Incertidumbre sobre el fin del conflicto en Ucrania

Incertidumbre sobre el fin del conflicto en Ucrania

Foto: Xinhua

El conflicto en Ucrania va para medio año sin que se vislumbre el final del mismo, algo así como un acuerdo entre las partes que ponga fin a las hostilidades o la victoria definitiva de un bando sobre otro, en medio de posiciones encontradas sobre cuándo se realizará el último disparo para iniciar el retorno a la normalidad.

 

Tras las primeras semanas de guerra algunos analistas se aventuraron a decir que las acciones se extenderían hasta finales de mayo, pero esas opiniones cambiaron poco después y hubo quien se aventuró a predecir el final para agosto. Por entonces, Ucrania le había dado marcha atrás al borrador de un posible acuerdo con Moscú, que cumplía con las demandas rusas sobre la posición futura de Kiev.

 

Más tarde, al centrar Rusia sus fuerzas en la liberación del Donbás, tras dar por cumplidos los objetivos iniciales de la contienda, algunos advirtieron que la conflagración podría extenderse hasta finales del presente año, tal vez para la etapa más dura del invierno en la región. Hasta que llegó el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y echó un jarro de agua fría sobre todas las predicciones anteriores.

 

EL FIN DE LA GUERRA, SEGÚN ORBÁN

 

La semana pasada, el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, visitó Moscú y se reunió con altas personalidades de la política rusa con la intención de analizar -digamos garantizar- el suministro de gas a su país y tratar temas relacionados con el uso pacífico de la energía nuclear. Entre sus interlocutores estuvo el canciller Serguéi Lavrov, el vice primer ministro encargado de la política energética, Alexandr Nóvak, y el también vice premier Denís Manturov.

 

Szijjarto se llevó la promesa de Moscú de estudiar la compra por parte de Budapest de 700 millones de metros cúbicos de gas adicionales. Ese fue el motivo principal de su viaje a la capital rusa, tras lo cual Orbán realizó unas declaraciones en las cuales se atrevió a aventurar el final del conflicto bélico en Ucrania, nada más y nada menos que para después de las elecciones en Estados Unidos.

 

El primer ministro participó en un acto organizado por la minoría húngara en Rumanía y vaticinó que no habrá paz en Ucrania hasta 2024, algo así como después de terminadas las elecciones presidenciales en Estados Unidos, porque, según su opinión, Moscú solo negociará con Washington, con garantías de seguridad incluidas, y eso, por supuesto, no se podrá conseguir mientras el inquilino de la Casa Blanca sea Joe Biden.

 

"La primera verdadera posibilidad de la paz en Ucrania se dará en 2024, cuando en EEUU se realicen elecciones presidenciales", dijo Orbán, quien da por sentado que los demócratas cederán el poder a los republicanos en los próximos comicios.

 

También destacó que de haber estado Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos, y Angela Merkel como canciller germana, la guerra nunca había comenzado, porque ambos países habrían cedido a las posiciones rusas.

 

EL PESO ECONÓMICO DEL CONFLICTO

 

Las operaciones militares en Ucrania y las sanciones posteriores de Occidente contra Rusia no solo han disparado el precio de los combustibles en Europa, Estados Unidos y otras regiones, sino que han acrecentado los problemas con el flujo de los alimentos provenientes de los países en conflicto y de Bielorrusia, sobre todo con los granos.

 

Además, la limitación de la exportación de fertilizantes rusos pone en riesgo las cosechas en aquellos países que dependen de su importación, lo cual podría acrecentar aún más la situación alimentaria, sobre todo en naciones subdesarrolladas, lastradas además por fenómenos climáticos, ya sean lluvias devastadoras, o intensas y prolongadas sequías.

 

Estas situaciones hacen que la mayoría del mundo, incluidos algunos políticos, crucen los dedos abogando por el fin de la guerra, aunque otros, sobre todo los vinculados con Washington, aboguen porque Ucrania no negocie con Rusia, para que el conflicto se extienda con la intención de debilitar a Moscú militarmente y provocarle el mayor daño posible a su economía.

 

De cualquier manera, por ahora solo tenemos la certeza de que la guerra entra en su sexto mes, pero nadie puede predecir cuándo finalizará, tal como ha pasado en la mayoría de los conflictos bélicos de la historia.

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