La pasión, motor en los sueños de un bailarín

La pasión, motor en los sueños de un bailarín

Foto: Maribel Morillón

Oferta laboral, presión social, opciones educativas y hasta el rigor académico podrían jugar en contra de aquellos apasionados que en medio de un mundo cada vez más técnico deciden apostar por especializarse en las artes, específicamente en la danza.

 

Dicho lo anterior, ¿qué es lo que mueve a alguien para estudiar danza con tantos aspectos en contra?, la respuesta parece ser la misma en varios, sino es que en todos los casos, y es la pasión por el baile y los escenarios.

 

Paulina Nava, David Sánchez y Melissa Romero están a unos días de graduarse como licenciados en Danza Integral en el Centro de Estudios Superiores Sisti, y los tres coinciden en que hay mucha pasión detrás de su decisión de vida.

 

“Si algo nos une a esta tercera generación es la pasión y si bien sabemos que de la pasión no puedes vivir; yo creo que a lo largo de la carrera nuestros docentes nos han enseñado a resistir y a formarnos para encontrar diversos caminos en los que podamos tomar para cumplir ese sueño”, explicó Paulina Nava en entrevista con Imagen Poblana.

 

Pero además de la pasión, los tres coinciden en que debe de haber una profesionalización que les permita llegar a mercados laborales, tanto dentro de una compañía de baile como en el ámbito docente, que son las principales líneas de desarrollo que tienen.

 

“Creo que todos estamos conscientes de la situación del país, empezando por el arte, pero estamos seguros que con nuestra profesionalización vamos a tener más herramientas para tener una vida digna como artistas en este país”, dijo por separado David Sánchez.

 

 

Por su parte, Melissa Romero considera que profesionalizar su arte, que es la danza, le da validez a lo que está haciendo y que con esos conocimientos podrá buscar que alguien pague por sus servicios y sus talentos, así como se hace con otras profesiones más comunes.

 

“Buscamos que las ciencias sociales y las artes sean bien pagadas, porque tú como artista estás entregando tu tiempo, tu dinero y tu esfuerzo para pagar tu formación y por eso yo estoy segura que todos en la generación estamos en busca de ese cambio”, explicó Melissa.

 

Aunque la docencia o la vida arriba de los escenarios no son las únicas opciones, sí son las principales ofertas que podrán encontrar una vez que hayan concluido sus estudios y dentro de esas mismas opciones la oferta salarial también puede ser muy diversa.

 

De momento, para cada uno de ellos el futuro es incierto y la especialización que buscan seguir es diferente, ya sea con bailes urbanos o a través de la oferta de coreografías; sin embargo, tienen claro que la danza como todo en este mundo debe de irse adaptando a las nuevas tecnologías y explotarlas en beneficio del arte, como lo es su pasión: la danza.

Notas Relacionadas