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El mundo está en alerta nuevamente por un virus. Mientras el COVID-19 va camino a convertirse en una enfermedad endémica que jamás se va a ir, la viruela del mono comienza a preocupar a diversos países, donde los casos ya comienzan a presentarse en mayor medida, como México.
Específicamente en Puebla ya se presentaron los primeros dos casos de viruela del mono. Aunque estos contagios, presentados en dos hombres de 34 y 38 años no son graves, sí confirman que la viruela del mono ya es un virus que puede establecerse en todo el mundo.
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No obstante, debemos aclarar que la sociedad no tiene bases para pensar que la crisis que se vivió con el COVID-19 se vivirá con la viruela del mono, comenzando porque son dos virus con características muy diferentes que señalaremos a continuación.
Por principio de cuentas debemos destacar que la crisis generada por el COVID-19 fue en gran medida a que este virus es nuevo y las autoridades sanitarias no contaban con las armas para atacarlo, por lo que su propagación fue rápida y en algunos casos imposible de detener.
La viruela del mono, en cambio, existe desde la década de los 50 y para esta enfermedad si hay una vacuna capaz de controlarla, por lo que la mortalidad de la también llamada viruela símica no estará ni siquiera cerca de los niveles que presentó el COVID-19, resaltando que en el mundo entero solo se han presentado actualmente 5 decesos a causa de este virus.
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En este tenor, se debe tomar en cuenta que no cabe punto de comparación entre la transmisión del COVID-19 y la de la viruela del mono, pues mientras el SARS-Cov2 era un virus que se podía mantener en pequeñas partículas de aire, provocando un contagio más rápido, en la viruela del mono se necesita un contacto muy cercano para su propagación.
También debemos señalar que el virus del COVID-19 es ARN y el de la viruela del mono es de ADN, con lo que en principio es más estable y tiene menos capacidad de mutación.
Finalmente debemos destacar que pese a estas grandes diferencias, no se puede descartar que la viruela símica se salga de las manos de la sociedad, por lo que la población debe seguir las nada difíciles instrucciones de las autoridades para evitar una mayor propagación de esta enfermedad.
