El Ministerio de Salud de Italia ha detectado hasta el momento 644 casos de viruela del mono en el país, donde la vacunación contra el virus comenzó el pasado 8 de agosto, informó este viernes el ente italiano.
En los últimos cuatro días en el territorio nacional se han registrado 45 nuevos enfermos, según el boletín publicado por el organismo.
El Ministerio de Salud indica que en 182 casos se trata de ciudadanos que se contagiaron en el extranjero. El número mayor de contagios corresponde a hombres (634), y de momento solo hay 10 mujeres enfermas.
Dos regiones italianas presentan el mayor número de pacientes: Lombardía, con 282, y el área capitalina de Lazio, con 118.
Italia inició la vacunación contra la viruela del mono el pasado 8 de agosto, pero, por orden del Ministerio de Salud, la campaña no será masiva.
La circular ministerial indica que la tasa de propagación de la enfermedad viral, así como la "eficacia de las medidas farmacológicas", excluyen la necesidad de una inmunización masiva, como ocurrió con el covid-19.
La vacunación se inició en cuatro regiones: Lombardía, Lazio, Emilia Romaña y Véneto. En total, ya fueron enviadas 5,300 dosis de la vacuna Jynneos, fabricada por la compañía biotecnológica danesa Bavarian Nordic, mientras al final de la semana a estas zonas deberán llegar alrededor de 16,000 dosis más.
Las vacunas se administran a ciudadanos que pertenecen a una de las categorías de mayor riesgo. Además del personal de laboratorio, en la lista figuran los hombres homosexuales, las personas promiscuas y los pacientes que han presentado durante el último año infecciones de transmisión sexual.
La viruela del mono es una rara enfermedad zoonótica –es decir, puede transmitirse entre animales y seres humanos– con síntomas de fiebre, dolor de cabeza y muscular, inflamación en los ganglios linfáticos, escalofríos, agotamiento, así como erupciones y pústulas en manos y cara.
La transmisión se produce por contacto estrecho con una persona contagiada, un animal portador u objetos contaminados.
El 23 de julio, la Organización Mundial de la Salud declaró el brote de la viruela del mono como una emergencia de salud pública de importancia internacional, y afirmó que supone un riesgo moderado para todas las regiones del mundo, salvo la europea.