
El Comando Conjunto Operativo de Irak levantó el toque de queda decretado la víspera en todo el territorio del país después de que el influyente líder chií Muqtada Sadr llamara a sus partidarios a poner fin a las protestas, comunicó la cadena de televisión Al Arabiya.
Al Sadr pidió antes en una rueda de prensa a sus seguidores que abandonaran en una hora la llamada Zona Verde de Bagdad, un área muy protegida y con gran presencia occidental.
"El Comando Operativo Conjunto de Irak anuló el toque de queda en todo el territorio del país", publicó el medio.
En la misma rueda de prensa el líder chií también pidió perdón al pueblo iraquí por los violentos enfrentamientos que se desataron en el país, agradeció a las fuerzas de seguridad de Irak y las Fuerzas de Movilización Popular su neutralidad y criticó a sus partidarios por la violencia que mostraron.
"El pueblo iraquí es el único que sufre por lo que está pasando (...) Una revolución basada en la violencia no es una revolución. Nuestra patria es ahora prisionera de la corrupción y la violencia", indicó, citado por la cadena Al Sumaria.
Al Sadr reiteró que su decisión de retirarse de la política es definitiva.
Al menos 30 personas murieron y más de 700 resultaron heridas desde el 29 de agosto en los enfrentamientos entre los seguidores de Al Sadr y sus rivales del Marco de Coordinación, la alianza de partidos proiraníes que tiene mayoría en el Parlamento de Irak. Entre los heridos hay 110 agentes de seguridad.
Además, dos periodistas de la cadena iraquí por satélite Dilya también resultaron heridos tras el bombardeo, informó una fuente en los servicios de seguridad.
"Dos reporteros del canal de televisión Dilya recibieron lesiones leves tras impactar un proyectil de mortero cerca de la Zona Verde", comunicó a esta agencia.
No se precisa si el bombardeo provocó otras víctimas.
Las autoridades iraquíes impusieron un toque de queda en todo el territorio nacional luego de que cientos de simpatizantes de Al Sadr irrumpiesen en la Zona Verde de Bagdad, tras el anuncio del clérigo de abandonar la política.
Los manifestantes tomaron por asalto la sede del Gobierno iraquí y protagonizaron violentos enfrentamientos con sus rivales, así como con las fuerzas del orden que finalmente lograron recuperar el control del Palacio de la República.
La crisis política en Irak se desató luego de que el bloque de Al Sadr, ganador de las legislativas de octubre pasado, fracasara en el intento de crear gobierno.
En mayo pasado, los sadristas pasaron a la oposición para dejar que otros partidos y diputados independientes formaran un gabinete. Al mes siguiente, ante la continuación de la crisis, los 73 diputados del Bloque Sadrista renunciaron a sus escaños. En julio, los sadristas invadieron en varias ocasiones la sede del Parlamento iraquí protestando por la postulación de un candidato rival al cargo de primer ministro.
A principios de agosto, Al Sadr llamó a disolver la asamblea legislativa, pero el Consejo Supremo Judicial de Irak respondió con una negativa.
El 29 de agosto, el religioso chií anunció que se retira de la política definitivamente.