
El presidente ruso, Vladímir Putin, dio una rueda de prensa tras la cumbre entre Asia Central y Rusia celebrada en Astaná (Kazajistán) este 14 de octubre.
Putin reiteró que Rusia está abierta a conversar sobre Ucrania si Kiev "madura". Entonces se necesitarán esfuerzos de mediación por parte de los que la ofrecen. Sin embargo, señaló que las autoridades de Kiev han perdido la voluntad de negociar en cuanto las tropas rusas se retiraron de esa región.
"Siempre hemos dicho que estamos abiertos [a las negociaciones con Ucrania]. Incluso llegamos a ciertos acuerdos en Estambul. Estos fueron de hecho casi rubricados. En cuanto las tropas se retiraron de Kiev, las autoridades de esta ciudad perdieron inmediatamente el deseo de negociar. Si están maduros para hacerlo, entonces, probablemente, los esfuerzos de mediación de todos los interesados serán atendidos", señaló Putin.
"Si maduran hasta eso [la negociación], por favor, entonces probablemente se requerirán los esfuerzos de mediación de todos los interesados en esto", agregó.
Respecto a si Ucrania puede existir como Estado, Putin enfatizó que Rusia no tiene como objetivo destruirla y no ve necesario realizar ahora nuevos ataques masivos.
"Ahora no es necesario realizar ataques masivos, ahora tenemos otros objetivos".
Añadió que, según sus datos, "de las 29 instalaciones, siete no fueron afectadas como lo había planeado el Ministerio de Defensa" ruso durante los ataques anteriores, pero los militares alcanzarán estas instalaciones de forma gradual, sin ataques masivos.
En cuanto a la movilización parcial en Rusia, declaró que finalizará en dos semanas.
"Creo que aproximadamente en dos semanas todas las actividades de movilización concluirán", enfatizó el mandatario.
Agregó que de momento fueron movilizadas 222.000 personas de las 300.000 previstas.
El presidente de Rusia decretó el 21 de septiembre una movilización parcial de los reservistas que, según el Ministerio de Defensa, englobará a 300.000 personas ‒poco más del 1 por ciento de los recursos disponibles‒ y es necesaria para controlar los territorios liberados en el Donbás y la línea de contacto, de unos 1.000 kilómetros hoy en día, con las tropas ucranianas.