.gif)
En pleno siglo XXI, los dictadores siguen presentes en la vida de muchas naciones, algunas de estas desarrolladas, como es el caso de China, donde este fin de semana comenzó el tercer mandato de Xi Jinping al ser electo nuevamente líder del partido comunista y en consecuencia presidente de este país.
Las malas señales para el mundo sobre Xi Jinping llegaron muy pronto, pues apenas tomó nuevamente el poder demostró su crueldad como líder al promover la humillación y el escarnio público, esto tras desalojar al exlíder Hu Jintao, de 79 años, del Gran Palacio del Pueblo de Pekín.
Xi Jinping no mostró ningún dejo de arrepentimiento o de humanismo ante esta acción, algo que los expertos han catalogado como el regreso del dictador Mao Zedong, que también era muy recurrente de actos de humillación para demostrar su poder.
Las malas sensaciones continuaron cuando Xi Jinping fue felicitado por otros líderes y dictadores comunistas del mundo, como es el caso de Vladimir Putin, de Rusia; Nicolas Maduro de Venezuela y el líder norcoreano Kim Jon-un, uno de los personajes considerados más peligrosos por sus ideas políticas.
Lo anterior solo deja ver que en los momentos complicados que vive el mundo con el conflicto entre Rusia y Ucrania, la participación de China será fundamental para crear un frente comunista en contra del mundo occidental, lo que puede traer graves consecuencias.
La preocupación por la reelección de Xi Jinping es grande debido a que es la primera vez que se reelige tres veces a un mismo presidente, situación que ya se puede dar gracias a que el mismo líder chino abolió la ley que marcaba que solo podían ser reelectos dos veces en 2018.
Este tipo de acciones son las que marcan la doctrina que Xi Jinping ha impuesto en China, pues se sabe que el líder es seguidor de la manera de gobernar que se tenía en la antigua Unión Soviética, donde su principal objetivo es fortalecer al partido comunista.
En diversas ocasiones, Xi Jinping ha sentenciado que la columna vertebral de China es el partido comunista, por lo que debe mantenerse fuerte para seguir en el poder, algo que pronostica más años de este líder al frente de la nación asiática.
