
Las elecciones intermedias de Estados Unidos se llevaron a cabo sin mayores contratiempos, aunque no estuvieron ajenas de situaciones poco usuales, como que dos candidatos recientemente fallecidos resultaron victoriosos para sus respectivos cargos locales.
Se trata del demócrata Anthony DeLuca, del estado de Pensilvania, y de la también demócrata Barbara Cooper, del estado de Tennessee, quienes fallecieron los pasados 9 y 25 de octubre, respectivamente.
En ambos casos, debido a la legislación estatal y su sorpresiva muerte días antes de los comicios, sus nombres permanecieron entre las opciones de la boleta, aunque deberán organizarse elecciones especiales para llenar sus lugares.
En el caso de DeLuca, político de 85 años que buscaba su reelección, la causa de muerte oficial fue un linfoma, una enfermedad que ya había vencido en, al menos, dos ocasiones, de acuerdo con información del Caucus Demócrata de la Cámara de Representantes de Pensilvania.
"Aunque estamos increíblemente tristes por la pérdida de nuestro representante Tony DeLuca, estamos orgullosos de ver que los votantes continúan demostrando su confianza en él y su compromiso con los valores democráticos al reelegirle póstumamente. Una elección especial se realizará pronto", escribió en su cuenta de Twitter el Caucus Demócrata de la Cámara de Representantes de Pensilvania.
Por su parte, Barbara Cooper, de 93 años, buscaba continuar con una carrera de más de 26 años como representante del Distrito 86, en Memphis, por lo cual incluso había sido reconocida en abril pasado como la legisladora estatal más longeva. Fue elegida para trabajar en la Cámara de Representantes de Tennessee en 1996.
Las causas de la muerte de la legisladora no fueron publicadas por la familia.