En los últimos años, el tema del aumento de la basura espacial se ha convertido en una de las preocupaciones más grandes de varias naciones, debido a esto, Reino Unido abrió una licitación para lanzar una misión de limpieza del espacio a partir de 2026.
Tras esta noticia, diversas empresas han comenzado con la carrera para adjudicarse el contrato, dos de las más importantes son ClearSpace y Astroscale, que están desarrollando prototipos con tecnologías para rastrear y capturar el creciente número de satélites obsoletos que orbitan el planeta.
El objetivo será mandar estos artefactos a la atmósfera para que sean quemados. Con esto, se busca evitar que algún desecho espacial impacte con satélites activos importantes, pues esto podría causar la caída de las telecomunicaciones y la navegación GPS.
"Durante las últimas seis décadas hemos estado lanzando satélites al espacio sin pensar realmente en lo que sucederá al final de su vida. Cuando se quedan sin combustible o cuando se rompen, simplemente los descartamos. Ahora estamos en una situación en la que el espacio está bastante congestionado y todos estos diferentes objetos muertos vuelan, se entrecruzan en sus caminos, a veces chocan y a veces realmente se interponen en el camino de lo que queremos hacer en el espacio", dijo Rory Holmes, de ClearSpace.
"Tenemos que encontrar una manera de capturar y contener estos objetos para que no se alejen de nosotros", agregó Holmes. En este sentido, se reveló que el diseño de la nave espacial de ClearSpace parece un calamar gigante, pues cuenta con múltiples brazos extendidos para envolver un satélite.
"Una de las ventajas de nuestro mecanismo es que podemos rodear completamente el objeto antes de apretarlo con fuerza para asegurarnos de que no se escape y no pueda salir en la dirección que no esperamos", explicó el experto.
Por otro lado, la propuesta de Astroscale consiste en una nave espacial que tiene un brazo robótico para capturar al objetivo. Al respecto, El jefe de negocios futuros de la compañía, Jason Forshaw, subrayó que diseñar un dispositivo robótico que pueda evaluar y capturar un satélite supone un gran reto.
Comentó también que un segundo desafío sería lograr el acercamiento y el enganche del desecho, lo cual reviste una complejidad considerable, además, la nave espacial tendrá que funcionar de forma autónoma.
La Agencia Espacial del Reino Unido (UKSA) ha dado a las dos empresas 4 millones de libras esterlinas (unos 4,7 millones de dólares) para que desarrollen sus misiones de limpieza. En este sentido, Adam Camilletti, de UKSA, dijo: "Vamos a buscar satélites inactivos registrados en el Reino Unido. Son nuestros satélites. Queremos liderar el camino para ser un actor responsable en el espacio y eliminar esa basura para que no amenace a nada más".
