
El Organismo de las Naciones Unidas para la Migración (OIM) pidió 3,2 millones de dólares para enfrentar el actual brote de cólera en Haití y asistir a los desplazados por la violencia en ese país, confirmaron este viernes fuentes institucionales a la Agencia Sputnik.
"Es el llamamiento que hacemos como OIM, para actividades para luchar contra el cólera y apoyar a los desplazados por la violencia, que son más de 96.000 en la capital de Haití", confirmó a esta agencia Gema Cortes, funcionaria de dicha organización de misión en la nación caribeña.
A inicios de octubre, Haití registró su primer caso de cólera en tres años, y apenas un mes después ya se reportaban 6.800 contagios en siete regiones de Haití, con 144 fallecidos por esa enfermedad.
El cólera es una infección diarreica aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminados con el bacilo Vibrio cholerae, y su breve periodo de incubación (de dos horas a cinco días) propicia su rápida propagación.
Haití ha lidiado con recurrentes brotes de cólera, como el que siguió al terremoto de magnitud 7 en enero de 2010, cuando el vertido negligente de aguas residuales de un campamento de paz de la ONU a un río de la localidad de Mirebalais desató una epidemia que causó unas 9.800 muertes y 820.000 infecciones.
El cólera resurge en Haití en medio de otra crisis sociopolítica, agudizada por el magnicidio del presidente Jovenel Moïse en 2021, el incremento de los enfrentamientos violentos entre bandas criminales, que incide en la escasez de combustibles y el acceso a servicios básicos, como agua potable y salud.
Según la OIM, la inseguridad y el difícil acceso a las comunidades más vulnerables profundiza esta nueva crisis humanitaria en Haití, al punto que varias voces dentro y fuera del país reclaman incluso una invasión extranjera.
Con su reciente pedido, la oficina de OIM en Haití ratificó su compromiso de trabajar con las autoridades locales en áreas como comunicación de riesgo, fortalecer sus sistemas de alerta temprana, garantizar apoyo psicológico y de salud mental para las víctimas, así como suministros de agua potable.