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A pesar de que la navidad se asocia con un evento histórico, poco se conoce al respecto; debido a que la modernidad alejó a la ciencia de lo que se consideraba terreno religioso. Sin embargo, desde hace algunos años, con el nuevo transmoderno, la ciencia se está inmiscuyendo también en lo que pudiera ser fantástico, paranormal o fantasmagórico, no para descartarlo como lo hizo la modernidad, sino para tratar de entenderlo. En ese sentido aquí hacemos un análisis económico del origen de la Navidad.
La celebración de la navidad es la festividad compartida más importante del mundo Occidental y sobrepasa a creyentes y no creyentes. A diferencia de lo que se piensa, no se celebró con las primeras comunidades cristianas, sino hasta el año 449 de nuestra era con el papa León I. Se volvió festividad oficial en el año 529 con el emperador Justiniano, es decir, más de 500 años después. ¿Se pudieron haber conservado registros fidedignos en esa época? La respuesta histórica es no.
Hasta el año 397 (III Concilio de Cartago) hubo consenso de los libros que conformaban el Nuevo Testamento. En ese momento se validó la veracidad de sólo 4 evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan), antes había al menos 15 evangelios que se descartaron por fantasiosos. Lo importante de este hecho es que en los 4 evangelios seleccionados se cuenta muy poco del nacimiento de Jesús, por lo que, muchos de los símbolos que hoy seguimos vienen de los evangelios apócrifos, por ejemplo, el nombre de los reyes magos (Melchor, Gaspar y Baltazar) que no fueron reconocidos por la iglesia católica hasta el siglo V.
La primera solemnidad de navidad se celebró el 25 de diciembre entre los años 323 y 353, por el papa Julio I. Sin embargo, fue hasta el año 449 que se hizo obligatoria para toda la iglesia católica, acallando los debates sobre la verdadera fecha del nacimiento de Jesús. Se trató de un proceso mitológico basado en la idiosincrasia romana usado como estrategia para convertir a los romanos al cristianismo.
El nacimiento de Jesús se hizo coincidir con la celebración romana del nacimiento del dios sol invicto en el solsticio de invierno (25 de diciembre del calendario juliano/ 21 de diciembre del calendario gregoriano). Las fiestas iniciaban 8 días antes (como las posadas) para festejar al dios del tiempo y la agricultura, Saturno, el más importante de todas las deidades, por ello se llamaban saturnales. Eran días sin gobierno, los hombres se vestían de mujeres y los esclavos de amos; la gente se daba regalos y la clase esclavista brindaba grandes banquetes y desenfreno sexual. Colocar la navidad en esta fecha e imponerla, era una manera de modificar los actos paganos sin encontrarse con un rechazo abierto del pueblo romano, ¿Por qué quería Justiniano imponer el catolicismo? La respuesta es económica.
En el año 395 el emperador Teodosio dividió el imperio romano en dos para repartir su herencia. El imperio romano de Oriente con su capital en Constantinopla y el de Occidente con su capital en Milán, aunque de facto era Roma. En el año 476 el imperio de Occidente cayó en manos de los bárbaros (nombre genérico que se les asignaban a todos los pueblos no romanos). En 521 asciende Justiniano como emperador del Imperio Romano de Oriente y su gobierno se caracterizó por ser extremadamente conservador. Uno de los principales objetivos de su gobierno fue la reunificación del Imperio y por ello estableció guerras contra los bárbaros: vándalos, ostrogodos, visogodos y los persas. Aunque al inicio del reinado la economía presentaba un superávit, la demanda del gasto militar y una epidemia mermaron el nivel de producción. Justiniano requería aumentar la productividad y al mismo tiempo reclutar un mayor número de soldados.
La solución la encontró en la religión cristina que también se encontraba dividida entre Roma y Constatinopla y el momento perfecto de unión fue la navidad. Ambos imperios reconocían las fiestas saturnales y en Roma, Leon I había promulgado el 25 de diciembre como fecha oficial del nacimiento de Jesús. Por lo tanto, hacer esta fecha oficial para el Imperio de Oriente ganaba simpatía con Occidente y disminuía el “desorden” causado por las saturnales. Las fiestas paganas se salían de control y eran manifestaciones contra el orden social, de ahí su necesidad de eliminarlas. Encontró en el cristianismo una forma innovadora de dominio social que le permitió, aunque parcialmente, consolidar sus objetivos políticos y económicos.
De hecho, Justiniano se ganó la confianza del papa y logro entrometerse para normar actos y tradiciones que en ese momento la iglesia católica no tenía y que podemos definir como el origen conservador de la religión cristiana. ¿Cómo es que el pensamiento de Jesús, tan revolucionario y anti-esclavista: “todos somos hijos de Dios y por tanto todos somos iguales”, terminó siendo usado de la forma más conservadora? Es la época de Justiniano la respuesta.
La iglesia católica, sobre todo la Oriental se caracterizó por seguir preceptos revolucionarios, por ejemplo, las mujeres podían oficiar misas y llegaban a ser obispas; no había ningún pronunciamiento sobre el celibato ni ninguna condena para los homosexuales. Es la iglesia abigarrada de Justiniano la que impone modelos de comportamiento que moldearían también al ciudadano romano productivo y reproductor de soldados.
Aunque encontró gran resistencia por parte de Oriente, las protestas fueron reprimidas brutalmente. Justiniano persiguió y mató a muchos detractores por sus ideas políticas y religiosas. Bajo estas violentas condiciones, ¿quién iba a dudar de que Jesús nació el 25 de diciembre?
Hoy no sabemos con certeza la fecha del nacimiento de Jesús (si realmente existió, al menos, tal y como lo conocemos ahora); pero estamos seguros de que no fue el 25 de diciembre. Algunos historiadores atribuyen su nacimiento entre marzo y abril. También sabemos que no fue el año 1 de nuestra era, porque si Herodes gobernaba cuando nació Jesús, debió ser entre el año 6 y 4, ya que Herodes murió en el año 4 a.C. También se duda que haya nacido en Belén, pues se le conoció como Jesús de Nazareth. Se atribuye Belén para hacer coincidir la profecía de Miqueas y se ha usado como pretexto un empadronamiento obligatorio que hizo viajar a Maria y a José, hoy se sabe que ese empadronamiento no existió realmente. Se dice también que nació en un pesebre, junto a una mula y un buey; el propio Benedicto XVI descartó que esos animales estuvieran ahí.
Y por eso es importante estudiar Economía, porque nos puede explicar muchas cosas. Más allá de todo esto, ¡Muchas felicidades!
*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
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