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Históricamente, los trabajos que requieren más de la actividad mental son subestimados por aquellos que requieren de un mayor desempeño físico, pues según estos últimos son más cansados, pero esta suposición podría ser errónea.
Un claro ejemplo podría darse en el ámbito de la construcción, donde un albañil requiere emplearse físicamente por largas jornadas de trabajo a fin de poder cumplir sus tareas, entre las cuales está cargar pesados materiales para construcción.
La vox populi dice que el albañil se cansaría más que el arquitecto, quien aparentemente tiene como único trabajo estar sentado frente a unos planos y supervisando el avance de la obra, sin tener que estar cargando cosas pesadas o bajo el rayo del sol.
Pero de acuerdo con diversos estudios de instituciones educativas en Estados Unidos, la actividad mental que hace el arquitecto puede ser igual o más demandante que la actividad física de un albañil.
En términos generales, estos estudios señalan que una hora de ejercicio físico o actividad corporal puede provocar fatiga moderada en una persona promedio, suficiente para perder energía y la tensión en la actividad que se está emprendiendo.
Pero para que una persona que no hace una actividad física sino mental llegue a este momento, solo requiere 10 minutos de concentración intensa, es decir, estar enfocado en una actividad que requiere sumo cuidado mental.
Este cansancio o fatiga se trata de un estado mental que, de acuerdo con los expertos, llega en diferentes momentos cuando se hace una actividad mental o una actividad física, pero generalmente llega primero cuando se ejercita más el cerebro que cuando se hace alguna actividad física.
Ese estado que conocemos como cansancio generalmente se da después de una hora de actividad física y tiene como fin cuidar el cuerpo para no sufrir algún tipo de daño muscular o cardiaco.
En el caso de la actividad mental, llega más rápido y con el mismo fin, pero será principalmente para dar protección al sistema cardiovascular.
Esto no quiere decir que las personas no puedan trabajar en actividades que suponen una concentración mental mayor a 10 minutos, sino que en realidad lo que tienen que hacer es buscar espacios para ejercitar su cerebro en una actividad diferente y les permita retomar la concentración en su objetivo principal.
Para las personas que hacen ejercicio, esto sería equivalente a el acondicionamiento regenerativo, que tiene como finalidad relajar el cuerpo y los músculos para retomar nuevamente una actividad más intensa.
A grandes rasgos, se puede decir que pensar puede cansar más rápido que hacer ejercicio; sin embargo, esto no quiere decir que una sea más cansada que la otra, sino simplemente las exigencias físicas varían dependiendo de la actividad que se esté haciendo.
Ya sea que tu actividad sea física o mental, cualquier médico te recomendará llevar una vida sana y que regeneres tu cuerpo de la mejor manera, con hábitos saludables en el dormir y comer.
