Calentamiento global: posible regreso de “El Niño” pone en alerta al planeta

Calentamiento global: posible regreso de “El Niño” pone en alerta al planeta

Foto: Pixabay

“El Niño” es un fenómeno climático que aumenta la temperatura del planeta, la última vez que presentó un episodio importante fue en 2016, cuando provocó la muerte de un tercio de los arrecifes de la Gran Barrera de coral, además, Kuwait alcanzó los 54 ºC, récord en el hemisferio oriental, y en España, Córdoba rompió la marca europea de temperatura máxima registrada en septiembre, con 45.4 ºC.

 

Aquel 2016 sigue siendo el año más cálido del que se tenga registro a nivel global. Ahora, diversas proyecciones señalan que hay una gran probabilidad de que “El Niño” regrese a finales de 2023. Si su efecto se superpone al del calentamiento global, los expertos señalan que los registros podrían superar por primera vez los umbrales de seguridad climática, con 1.5 ºC de calentamiento por encima de los niveles preindustriales.

 

En este sentido, aunque sea difícil de creer, actualmente el planeta lleva tres años bajo el efecto de un fenómeno que refrigera el clima mundial, conocido como “La Niña”. Esos sucesos climáticos se originan en el océano Pacífico, en función de si la superficie oceánica ecuatorial está más fría o caliente.

 

La energía que genera esta masa de agua al intentar compensar la diferencia de temperatura con la atmósfera acaba alterando la presión atmosférica y cambiando los patrones climáticos en el mundo.

 

 

Sus efectos son inmensos, pero no son homogéneos, por ejemplo, “El Niño” eleva la media de temperatura en el planeta, pero esto no significa que en todos los países vaya a hacer más calor. “’El Niño’ produce calentamiento, sobre todo en el trópico”, explicó Belén Rodríguez Fonseca, profesora titular del departamento de Geofísica y Meteorología de la Universidad Complutense de Madrid.

 

Por otro lado, en diversas zonas de América Latina o del sudeste asiático, el invierno será más cálido, además, las lluvias podrían multiplicarse en las costas occidentales de América, mientras que en la Península Ibérica, las consecuencias de este fenómeno podrían ser positivas, pues se podrían producir inviernos más lluviosos y un poco más fríos, aunque algunos estudios apuntan a otoños cálidos.

 

Los pronósticos señalan que en primavera ninguno de los dos fenómenos aparecerá, aunque a partir de ahí algunos modelos perfilan entre 55 % y 60 % de probabilidades de que llegue “El Niño” a final de año.

 

Al respecto, el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, dijo: “si se confirma, con mucha seguridad 2023 sería más cálido que 2022 a escala global”. Esta posibilidad preocupa a la comunidad científica debido a los niveles récord de calentamiento alcanzados pese a llevar tres años inmersos en un episodio “frío” de “La Niña”.

 

“El reciente episodio de ‘La Niña’ podría haber enmascarado en cierta medida la tendencia de calentamiento global, y si ahora nos dirigimos a un posible episodio del ‘Niño’ las cosas podrían llevarnos a temperaturas aún más altas”, explicó Eduardo Penabad, analista senior de predicción estacional del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S).

 

 

Los expertos señalan que bajo un nuevo episodio de “El Niño”, el planeta podría superar por primera vez la franja de 1.5 grados de calentamiento global, al menos temporalmente, lo que multiplicaría todos los efectos del cambio climático en forma de olas de calor, aumento del nivel del mar y lluvias torrenciales.

 

“La probabilidad de superar el grado y medio aumenta porque es un fenómeno natural que impulsaría las temperaturas hacia arriba. Si ya venimos de una situación de calentamiento en las últimas décadas provocada por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero, este fenómeno vendría a sumarse a ese calentamiento”, explicó Del Campo.

 

La llegada de este fenómeno climático provocaría importantes consecuencias, pues aumentarían las probabilidades de olas de calor exacerbadas y duras sequías. “Si estamos ante una situación en la que la temperatura media global aumenta, también es de esperar que aumenten las temperaturas extremas y que en diversos lugares del planeta se puedan producir esas olas de calor, quizás inéditas o quizás de una intensidad pocas veces vista”, agregó el experto.

 

Finalmente, los analistas aseguran que es complicado cuantificar el riesgo de sucesos extremos como olas de calor, pues “El Niño” no es el único elemento en juego, pues la temperatura actual del planeta nos coloca en un terreno desconocido, además, cuando observamos algunos eventos meteorológicos recientes vemos indicios de episodios sin precedentes que cada vez se hacen más comunes. 

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