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El 24 de febrero de 2022, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció una operación militar especial con la finalidad de apoyar a la población simpatizante ubicada en el este de Ucrania, algo que en realidad obedecía a una invasión al país vecino.
A un año de esta declaratoria de guerra, las consecuencias han sido devastadoras no solamente entre ambos países sino para el resto del mundo, pues esto ha repercutido directamente en la economía y en la estabilidad política, además del riesgo latente de una guerra nuclear.
Para darse una idea acerca de las repercusiones, solo hay que ver las cifras que ofrece la oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos acerca de las muertes y personas heridas derivado del conflicto armado.
De acuerdo con estos datos, durante el primer año de esta guerra, que al parecer aún está lejos de terminar, han muerto 7,199 civiles, además de que 11,756 más han resultado heridos.
Algo de lo más lamentable de esta guerra es que han fallecido más de 2,500 niños y otros 260 han resultado lesionados, mostrando que la guerra es devastadora y corta vidas que apenas empiezan.
Refugiados
El desplazamiento también ha estado presente durante esta guerra, pues la población ucraniana ha buscado salir de su país huyendo de los constantes bombardeos, campos minados y tiroteos entre los ejércitos de ambos países.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados, desde el 24 de febrero que inició la invasión rusa, 8,075,440 refugiados de Ucrania han buscado asilo en otros países de la Unión Europea.
La mayoría de estos refugiados ha encontrado albergue en Polonia, que actualmente ha acogido aproximadamente 1.5 millones de personas; además hay por lo menos 5 millones de ucranianos actualmente en Rusia, aunque Ucrania las califica como evacuaciones forzadas.
Economía
La parte más cercana de Ucrania a Rusia está actualmente paralizada, pues las fábricas y toda la infraestructura que la rodeaba se encuentra destruida, además de los miles de edificios que han sido devastados.
Esto ha provocado que el Producto Interno Bruto de Ucrania se contrajera hasta un 35 % durante el 2022, además se calculan daños por 138,000 millones de dólares y pérdidas para el sector agrícola por 34,000 millones.
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A esto se le debe de sumar el hecho de que, desde septiembre del 2022, Rusia ataca de forma sistemática la infraestructura energética de Ucrania, por lo que al cierre del año pasado más de la mitad de esa infraestructura estaba dañada provocando que la población sufriera frío y oscuridad.
Por su parte el Banco Mundial anunció en diciembre pasado que la guerra entre Rusia y Ucrania ha tenido afectaciones de amplio alcance, pues ha impedido que países emergentes de Europa y Asia alcancen la recuperación económica tras la pandemia del covid-19.
Pero en América Latina también se han visto afectaciones, por ejemplo, en México donde la inflación se mantiene por arriba del 8 %, dificultando que haya una recuperación económica.
Asimismo, ha provocado incrementos en los precios del combustible por la especulación generada por los principales productores, además de las sanciones que tendrían para Rusia, que es uno de los principales productores de gas en el mundo.
Las sanciones
Antes de que empezara la guerra, Rusia ya contaba con 2,754 sanciones por parte de organismos internacionales, pero desde la invasión a Ucrania ha acumulado un total de 11,327 sanciones, tanto del G7, la Unión Europea, Suiza y Australia.
Hasta el momento, dichas sanciones parecen no importarle mucho al gobierno ruso, por lo que Estados Unidos y la Unión Europea alistan nuevas medidas que sancionen económicamente al gobierno de Vladimir Putin.
