Pequeños y peligrosos: paludismo y otras enfermedades transmitidas por insectos

Pequeños y peligrosos: paludismo y otras enfermedades transmitidas por insectos

Foto: Unsplash

Este 25 de abril es el Día Mundial del Paludismo, una enfermedad causada por un parásito y transmitida vía sanguínea por medio de un vector o mosquito llamado Anopheles y que afecta principalmente a niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y viajeros, aunque estos no son los únicos insectos que pueden provocar enfermedades.

 

En México, así como en varias partes del mundo es común advertir, sobre todo en temporada de lluvia, sobre las enfermedades que portan los mosquitos, desde la fiebre amarilla, chikungunya y la filariasis linfática, esta última es una infección parasitaria producida por pequeños gusanos. La enorme población y fácil incubación ayudan a la propagación de estos padecimientos.

 

 

Sin embargo, existen otras enfermedades bastantes severas a las cuales prestarles atención, una de ellas es la oncocercosis o ceguera de los ríos, enfermedad transmitida por la picadura de moscas negras infectadas.

 

Estos dan lugar a las microfilarias que se desplazan por el cuerpo mediante el tejido subcutáneo y desencadenan respuestas inflamatorias intensas cuando mueren. Las personas infectadas pueden presentar diversos síntomas como lesiones oculares que pueden producir discapacidad visual y ceguera permanente.

 

La picadura de una pulga también puede transmitir enfermedades como el tifus murino, padecimiento causado por rickettsias, un tipo de bacteria que puede vivir sólo dentro de las células de otros organismos y que se transmite por las pulgas de la rata.

 

Las personas con tifus murino tienen escalofríos, fiebre y dolor de cabeza, días después de la picadura aparece una erupción que los médicos deben analizar para determinar si se trata de una infección, la cual se trata con el uso de antibióticos.

 

La borreliosis o fiebre del hambre es una infección causada por ciertas especies de Borrelia que son bacterias que se alojan en las garrapatas o piojos. Las personas que se infectan pueden experimentar escalofríos repentinos seguidos de fiebre alta, fuertes dolores de cabeza, vómitos, así como dolor muscular y articular.

 

Una garrapata o piojo se infecta cuando se alimenta de roedores como las ratas o ardillas que transportan especies de bacterias Borrelia. Las personas que viven en áreas boscosas o que caminan a través de hierba alta son más propensas a ser mordidas por garrapatas infectadas.

 

Otra infección parasitaria severa es la enfermedad de Chagas, una infección causada por el protozoo Trypanosoma cruzi, que se transmite por la picadura de una chinche. Estos microorganismos infecciosos pueden entrar en el cuerpo a través de la herida por mordedura o a través de los tejidos alrededor de un ojo y, con menor frecuencia, al comer alimentos o beber zumos de frutas frescas contaminadas.

 

Esta enfermedad es recurrente en varias partes de México, sobre todo en zonas rurales. Tras un largo período asintomático de hasta años, se pueden desarrollar complicaciones graves, sobre todo problemas cardíacos o digestivos. Se pueden utilizar fármacos como la benznidazol o nifurtimox para matar los protozoos, pero no revierte el daño cardíaco o digestivo.

 

Alrededor de 8 millones de personas están infectadas por Chagas en todo el mundo y el Centers for Disease Control and Prevention: Epidemiology & Risk Factors estima que del 1 al 5% de los niños estadounidenses nacen con la infección ya que en Estados Unidos se contabilizan 300,000 personas contagiadas tras haber emigrado de regiones de Latinoamérica.

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