Pulgas y garrapatas, enemigos diminutos que ponen en riesgo a tus mascotas

Pulgas y garrapatas, enemigos diminutos que ponen en riesgo a tus mascotas

Foto: Unsplash

El 6 de junio se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre la importancia del control de plagas. En este ámbito, es crucial considerar a las pulgas y las garrapatas, ya que afectan principalmente a perros y gatos, ocasionándoles diversas enfermedades.

 

El aumento de la temperatura y de la humedad son factores que contribuyen a que los parásitos que suelen encontrarse en áreas cubiertas de pasto, arbustos y zonas con árboles se adhieran a nuestras mascotas, aunque también se pueden infectar si nuestros perros y gatos entran en contacto con otros animales domésticos o salvajes.

 

Uno de los parásitos más comunes son las pulgas, las cuales pueden transmitir bacterias, como la causante de la bartonelosis. Los síntomas incluyen sangrado de las verrugas, palidez leve, fiebre, malestar, prurito, dolor articular y linfadenomegalia. También pueden transmitir larvas de parásitos que causan problemas digestivos. La saliva de las pulgas, al momento de la picadura, puede generar una reacción alérgica en perros y gatos, provocando picor y rascado en la piel.

 

La Rickettsiosis abarca un grupo de enfermedades infecciosas causadas por al menos ocho especies de bacterias del género Rickettsia, transmitidas por vectores como pulgas y garrapatas. La transmisión de este microorganismo a través de la picadura tiene un periodo de incubación de 3 a 14 días, y los síntomas pueden incluir dolor de cabeza intenso, fiebre de 39°C, erupciones cutáneas, dolor muscular, malestar general, náuseas, vómito, anorexia y dolor abdominal. La manifestación de los síntomas varía, pero la picadura puede ser letal.

 

 

Por otro lado, la mordedura de una garrapata provoca picor, escozor e incluso dolor en perros y gatos, llevándolos a rascarse y perder pelaje en las áreas afectadas. Estos parásitos externos también transmiten microorganismos patógenos que pueden causar enfermedades, las cuales también pueden afectar a los seres humanos.

 

Las garrapatas suelen alojarse en áreas donde la piel es más fina, ya que ahí tienen mayor acceso a los vasos sanguíneos. Por lo tanto, se pueden encontrar dentro y alrededor de las orejas, entre los dedos, alrededor de la cola, entre las patas traseras y delanteras, en el vientre, debajo del collar e incluso alrededor de los párpados.

 

Una de las enfermedades transmitidas por garrapatas es la anaplasmosis, que en algunos casos puede ser asintomática, mientras que en otros puede causar síntomas similares a los de una gripe, como fiebre, apatía, falta de apetito, diarrea, vómitos e incluso parálisis en las articulaciones. Esta enfermedad también puede afectar órganos como el hígado, los riñones y el bazo del animal, así como su sistema nervioso.

 

También se puede detectar la babesiosis, que presenta síntomas variables, pero a menudo graves, manifestándose unos 15 días después de la mordedura. Puede causar fiebre, diarrea, vómitos, problemas respiratorios, apatía, letargo, pérdida de apetito y de peso. En casos graves, especialmente en perros jóvenes, puede llevar a la muerte.

 

 

Finalmente, la erlichiosis es una de las enfermedades transmitidas por garrapatas más comunes. Debilita considerablemente el sistema inmunitario de los animales, causando pérdida de peso y apetito, apatía, letargo, descoordinación de movimientos, hemorragias, convulsiones, problemas respiratorios, fiebre, inflamación en los ganglios y secreciones oculares y nasales.

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