
Cómo cada año, el 23 de septiembre se celebra el Día Internacional Sin Coche, una efeméride que tiene como objetivo generar conciencia sobre el impacto ambiental de estos vehículos y las alternativas de transporte. Generalmente es un día crítico para la forma de movilidad vehicular, pero no siempre se habla de la importancia que los coches tienen para las personas.
Es cierto que los automóviles que funcionan a base de hidrocarburos son un problema ambiental, toda vez generan altas cantidades de gases de efecto invernadero (GEI), aunque también es una realidad que forman parte indispensable de la vida de las personas. Ya sea por motivos de trabajo o como la mejor forma de movilidad en las ciudades.
A pesar de que ha perdido relevancia en una sociedad que busca cuidar más el medioambiente y crear nuevas formas de movilidad, para muchos el auto es un sinónimo de libertad. Manejar un coche propio ayuda a evitar los problemas que implica transportarse en colectivo o mediante taxis.
Incomodidad, exceso de pasajeros, inseguridad y retrasos para llegar a sus destinos son parte de los obstáculos a los que se enfrentan diariamente los usuarios del transporte público, algo que se puede evitar en auto propio. Con esto también se facilitan muchas tareas, siendo la más evidente moverse grandes distancias con relativa facilidad.
Respecto a la seguridad, también es una mejor opción que usar el colectivo, pues al menos en Puebla el robo en transporte público creció en 86.6 % entre 2022 y 2023, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Es por esto que muchas personas consideran mejor la idea de ir en su unidad individual.
En otro sentido, el automóvil también es la mejor opción para momentos de contingencias de salud, algo que se vio en los momentos más álgidos de la pandemia de COVID-19. En 2020 evitar aglomeraciones era algo primordial, pero al mismo tiempo era inevitable moviéndose en transporte público, lo que podía evitarse si se optaba por usar un coche.
Por otra parte, para cientos de miles de personas en el país el auto, más que una herramienta de transporte, se ha convertido en una vía de trabajo que resulta más redituable que otros empleos. Tan sólo en la aplicación más grande del mercado, Uber, se congregan más de 200,000 socios conductores de México, un negocio que inició con un centenar de unidades en 2013, cuando llegó al país.
La importancia de estos oficios se ve en sus ganancias, ya que se estiman en más de 6,000 pesos semanales, lo que supone ingresos superiores a los que perciben muchos profesionistas con licenciatura o posgrado. A esto se suman los miles de taxistas que aún persisten en México, cuyo salario se calcula en 6,500 pesos mensuales, considerablemente menor, pero igual de redituable.
No obstante, y contrario a lo que se piensa, hoy en día el automóvil puede tener varios significados y muchas ventajas, pero desde hace un tiempo dejó de ser un símbolo de una buena posición social. Ello se debe a factores como el hecho de que es relativamente más sencillo conseguir un crédito para adquirir uno, aunque se pague a plazos de varios años.
A esto se suma que también se apuesta más a otros medios de movilidad como el transporte público más eficaz, las bicicletas o los autos compartidos, donde varias personas se reúnen para darse un “aventón”. También se han modificado las formas de convivencia social, por lo que muchas personas optan por contratar servicios de mensajería exprés cuando requieren un paquete que, de otro modo, hubiera requerido moverse en coche.
Las acciones anteriores se suman a las intenciones del mundo entero para combatir el cambio climático, por lo que a veces el coche también se ve como un factor de contaminación que es preferible evitar. La única forma en la que el coche es representación de estatus, más allá de las marcas de lujo, son los autos eléctricos.
Estos son costosos en comparación con un auto normal, rebasando el millón de pesos en México, aunado a los requerimientos de carga, además de que están relacionados a la innovación, el avance tecnológico, el cuidado del medioambiente y la exclusividad. Si bien es común ver vehículos de marca Tesla en las calles, son una pequeña proporción en comparación con los de gasolina, pues hasta el 2022 se tenían registrados apenas 30,000 unidades en todo el territorio nacional.