Agua de Puebla: ni cuidado del agua ni buen servicio

Agua de Puebla: ni cuidado del agua ni buen servicio

Foto: Enfoque

De abril a junio es cuando se tiene la llamada temporada de “estiaje”, es decir, uno de los momentos que menos nivel registran los ríos aprovechables para el consumo humano, un fenómeno que se da en los meses de más calor. Es por esto que se recomienda usar de manera responsable el agua, un exhorto que hace la empresa Agua de Puebla.

 

La empresa privada que tiene el servicio de agua potable hizo la recomendación a la gente para que no desperdicie el recurso, que la emplee responsablemente y que ahorre todo lo posible el agua para evitar desabastecimiento. Si bien es cierto que se debe cuidar el líquido durante este y otros momentos, la realidad es que Agua de Puebla ha sido señalada por no hacerlo y por mal servicio.

 

Pagos excesivos sin justificación, falta de suministro de agua y un pésimo servicio al cliente son algunos de los reclamos más frecuentes que hacen los usuarios a la empresa. Aunado a esto, se ha denunciado que, en los hechos, tampoco tienen un correcto cuidado del medioambiente y el manejo de aguas residuales es incorrecto, además de que no hace nada para evitar que las grandes empresas acaparen el agua de la zona metropolitana.

 

Desde octubre del 2013 se le concedió la concesión para el servicio de agua potable a la empresa Concesiones Integrales S.A. de C.V., a través de su filial Agua de Puebla, con lo que el servicio quedó privatizado en Puebla, San Andrés y San Pedro Cholula, Cuautlancingo y Amozoc. Lejos de ser un aliciente para mejorar el servicio, la gente no ha hecho más que quejarse de la administración del recurso.

 

Prueba de lo anterior es el constante conflicto que se vive con una de las empresas de embotellamiento más grandes del país: Bonafont. Todo comenzó porque los pobladores del municipio de Juan C. Bonilla empezaron a notar una disminución en la afluencia del río Metlapanapa, uno de los más importantes para la comunidad, algo que le atribuyeron a la empresa de grupo Danone.

 

La situación no mejoró e incluso se dieron enfrentamientos con las autoridades, hasta que el 22 de marzo, en el Día Internacional del Agua, tomaron la sede de la empresa para evitar que continuara “el saqueo”. Si bien la planta no está ubicada en los municipios donde Agua de Puebla tiene funciones, el acaparamiento dio como resultado el desabastecimiento en municipios que sí le confieren a la empresa, sin que esta haga algo para cuidar el agua.

 

Un caso similar, aunque en esta ocasión más notable sobre un municipio donde sí hay injerencia de Agua de Puebla, son las denuncias por acaparamiento del recurso con el crecimiento de la mancha urbana en Lomas de Angelópolis. En noviembre de 2023, los pobladores de San Miguel Xoxtla y Nealtican denunciaron que, de manera ilegal, la concesionaria intentó extraer más de 600 millones de litros para trasladarlos a Angelópolis y Atlixcáyotl.

 

En lugar de procurar el cuidado del agua, la empresa se ha ensañado más con la gente de a pie, quienes pagan recibos excesivos y aun así tienen que sufrir la falta de agua en sus hogares o negocios.

 

Esto es algo que aqueja tanto a los usuarios de a pie como a los comercios grandes. Por ejemplo, en diciembre del año pasado la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles denunció que Agua de Puebla intentó cobrarles el doble por el servicio de drenaje, con el pretexto de que los hoteles compraban más pipas de agua de las que reportaban.

 

Otro sector que se ha quejado del mal servicio es la organización de Antorcha Campesina, ya que la semana pasada cerca de 250 usuarios refirieron que en la zona norte de la ciudad simplemente no hay suministro de agua, por lo que pedían a la empresa hacer lo necesario para que se les dé el recurso.

 

Con frecuencia también hay usuarios que exponen sus casos, en los que a pesar de pagar a tiempo sus recibos, se ven obligados a comprar pipas de agua.

 

Asociaciones de vecinos y colectivos en defensa del agua que abogan por quitarle la concesión a la empresa, han denunciado que les llegan recibos por presuntos adeudos superiores a los 100,000 pesos, aunque en algunos casos esto supera incluso los 200,000 pesos. Si bien esos son los casos más notables, también hay quienes exhiben recibos de 70,000, 30,000 o más de 10,000 pesos que llegan sin motivo aparente.

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