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México se ha convertido en el gigante enano de la Concacaf, porque solo él se ve como el dominante de una zona futbolística en la que todos han crecido menos él, y esto se ha demostrado en los más recientes resultados.
La Selección Azteca volvió a tener un fracaso ante Estados Unidos en la final de la Nations League, lo que evidencia el estancamiento que tiene el balompié en el país en medio de una evolución galopante de los rivales de la zona.
Estados Unidos es el equipo que más jugadores tiene en la élite, seguido de Canadá y Jamaica, mientras que México solo puede presumir a Edson Álvarez, Raúl Jiménez y Santiago Giménez como los elementos que se codean con los mejores, pero detrás de ellos no hay prospectos que se perfilen para tomar esa estafeta.
Caso contrario a lo que sucede con Costa Rica, que estaba inmerso en una decadencia que lo alejó de los primeros planos de la Concacaf, pero que con la llegada de Claudio Vivas como gerente deportivo y Gustavo Alfaro como entrenador, han echado a andar un proyecto a largo plazo.
Y las primeras muestras de este cambio se dio este martes en el duelo ante Argentina, a la que si bien le faltó Messi, tenía al resto de sus estrellas, y aun así los centroamericanos los tuvieron abajo en el marcador por gran parte del partido hasta que en el cierre le dieron vuelta al tanteador.
