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Esta semana el tipo de cambio marcó un nuevo record, de forma oficial el dólar se cotizó en 16.33 pesos, pero en casas de cambio, locales comerciales de la frontera norte y en centros turísticos, como Cancún, el dólar se compra hasta en 15 pesos, igual que hace 10 años. ¿A qué se debe la apreciación?
Algunos periodistas como López Dóriga han llegado a afirmar que la apreciación del peso es “sorpresiva”, que nadie lo esperaba, que ningún economista lo había previsto. No obstante, cabe señalar que a diferencia de muchos agoreros del desastre que proyectaban un dólar en 30 pesos, nosotros, en la columna del 23 de febrero de 2023, pronosticamos que el peso se seguiría fortaleciendo (https://acortar.link/b6GHlF). El tiempo nos dio la razón.
Para entender un poco lo que esta ocurriendo vamos a explicar de forma sencilla que el tipo de cambio es el valor de una moneda con respecto a otra, es decir, cuantas unidades de una moneda debo intercambiar para obtener una unidad de otra. Hay diferentes formas de asignación del valor de una moneda o paridad cambiaria, pero hay dos principales: tipos de cambio fijo y flexibles.
Un tipo de cambio es fijo cuando la autoridad monetaria determina la paridad. Nuestro país vivió tipos de cambio fijo hasta 1994. En los tipos de cambio fijo los gobiernos puedes subir y bajar la paridad y se le llama sobrevaluación y devaluación respectivamente. El error de diciembre de 1994 se debió a un aviso adelantado de que el gobierno devaluaría la moneda, lo que motivó que muchos empresarios hicieran compras de pánico de dólares y se vaciara el mercado.
Un tipo de cambio es flexible cuando ninguna autoridad monetaria interviene en la paridad, sino que lo hace el mercado a partir de la oferta y la demanda. Es decir, si una moneda se demanda mucho se aprecia y en caso contrario se deprecia. Actualmente el peso mexicano se cotiza como un tipo flexible. Por lo tanto, la actual apreciación del peso se debe a una mayor demanda de nuestra moneda en los mercados internacionales.
El fortalecimiento del peso mexicano es un fenómeno nunca antes visto, estabamos acostumbrados a que nuestra moneda siempre cayera. Incluso, los medios de comunicación conservadores nos habían amenazado de que si ganaba López Obrador el peso se depreciará hasta 30 pesos por dólar, auguraban un desastre, nosotros también lo desmentimos en su momento. Hoy dicen que es algo “fortuito”. Entonces, si nuestra moneda hubiera caído hubiera sido culpa de AMLO, pero su fortalecimiento no es causa de AMLO. Pues los volvemos a desmentir: El fortalecimiento de nuestra moneda es resultado de la política económica actual y refleja un fortalecimiento de nuestra economía.
Otro de los argumentos sin fundamento es que “el peso no se fortalece, sino que el dólar se debilita”. Eso también lo hemos refutado y lo volvemos a refutar. La siguiente gráfica muestra un índice de los tipos de cambio del peso frente al dólar, el yen, la libra y el euro con el año 2000 como base=100. Es evidente que nuestra moneda se apreció frente a toda la canasta de monedas. Desde el inicio del sexenio el peso se ha apreciado 40% con respecto al dólar americano, 76% con respecto al yen japonés, 31% con respecto a la libra esterlina y 53% con respecto al euro.
Elaboración propia con datos de Banxico
La estabilidad de nuestra moneda le conduce a un circulo virtuoso, es preferida en el mundo para hacer transacciones y por tanto es más demandada. Por otro lado, un aumento de nuestras exportaciones también impulsa la demanda de pesos; un aumento de la inversión extranjera vuelve a aumentar la demanda de pesos y un aumento en las remesas recibidas también presiona la demanda de pesos. La ventaja de la apreciación de nuestra moneda es que tenemos mayor poder adquisitivo de los bienes que compramos en el extranjero (importaciones), por lo que la inflación baja y las familias tienen un mayor nivel de consumo.
¿Hasta cuánto se seguirá apreciando la moneda? La apreciación de una moneda tiene igualmente efectos negativos. Un peso más fuerte significa que para los extranjeros es más caro comprar productos mexicanos; un turista, por ejemplo, podría preferir visitar una playa del caribe de República Dominicana que el caribe mexicano porque somos más costosos. Entonces la moneda se seguirá apreciando hasta que, en los términos de intercambio internacional, nuestros productos dejen de ser atractivos para el mercado. Por lo pronto, la tendencia de exportaciones sigue aumentando, por lo que, al menos en el corto plazo, se mantendrán las divisas baratas.
Tampoco es determinante que un peso fuerte propicie que las exportaciones caigan, también depende de la elasticidad-precio que tengan nuestros productos, es decir, que tanto los extranjeros siguen prefiriendo los bienes y servicios mexicanos, aunque sean más caros. Y eso significa un cambio estructural de las relaciones económicas, si el mercado internacional está dispuesto a pagar precios relativamente altos de los productos mexicanos, el peso se seguirá fortaleciendo, la economía seguirá creciendo y nuestra moneda tendrá mayor poder adquisitivo.
¿Se imaginan que nuestro peso llegue a estar a una paridad 1 a 1 con el dólar? Aún falta muchísimo para ello, pero el camino recorrido ya dibuja lo que en el extranjero califican de milagro mexicano. Así que, sigamos haciendo historia, que sigan estas políticas económicas y que no vuelvan los neoliberales.
*Profesor-Investigador Universidad de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos
