El papa Francisco ofreció disculpas luego de que los locales lo citaran usando un término vulgar para reafirmar la prohibición de la Iglesia Católica de tener sacerdotes homosexuales. A través de un comunicado, Matteo Brunni, portavoz del Vaticano, reconoció la controversia mediática que suscitaron los comentarios de Francisco durante una reunión privada con obispos italianos el 20 de mayo.
Los medios italianos informaron que el papa usó la palabra “maricón” en tono de broma mientras discutía en italiano la política del Vaticano sobre la admisión de hombres homosexuales en los seminarios. Según La Reppublica, Francisco bromeó diciendo que “ya había mucha mariconería” en los seminarios, lo que generó incredulidad y algunas risas entre los asistentes, quienes señalaron anónimamente a los medios que el papa no parecía ser consciente de la ofensa que significa el término “frocciagine” (mariconería) en italiano.
Según los testigos, el papa, de manera muy rígida, reiteró la postura de la iglesia, que se basa en una instrucción del Dicasterio del Clero que data de 2005, durante el papado de Benedicto XVI, y que fue confirmada por Francisco en 2016. Esta instrucción establece que “la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir en el seminario y en las Sagradas Órdenes a quienes practican la homosexualidad, tienen tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la llamada cultura gay”.
A modo de justificar la no admisión de homosexuales en los seminarios católicos, el papa Francisco ha dicho que en los mismos ya hay mucha "mariconería".
— Luis Brito (@britojerez) May 27, 2024
Usó textualmente el despectivo en italiano 'frocciagine', que significa "mariconería".
No quieren más pájaros. Juzgue usted. pic.twitter.com/F9hiNDYOAR
En noviembre de 2023, los obispos italianos aprobaron un texto para regular la admisión de homosexuales a los seminarios, conocido como Ratioformationis sacerdotalis, pero aún permanecen a la espera que el Vaticano lo apruebe. Este documento incluye una enmienda que distingue entre orientación homosexual simple y tendencias profundamente arraigadas, permitiendo la admisión de homosexuales siempre que mantengan la disciplina del celibato.
Sin embargo, según informan los medios locales, todo sugiere que el papa Francisco rechazó esta posibilidad.
