
Siguiendo con la actual línea del gobierno federal, la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo informó que ella volverá a mandar a la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Desde su concepción, este cuerpo de seguridad ha estado envuelto en polémica porque se anunciaba como un organismo civil, pero se ha insistido en su militarización.
Sheinbaum dio a conocer en un evento de la Guardia Nacional que desde el 1 de octubre se encargará de seguir fortaleciendo a esta corporación de seguridad, lo que incluye transferirla al mando de la SEDENA. Esto es algo que celebró el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que la SEDENA es la única instancia que podrá evitar que la GN se corrompa.
Con esto, se estaría confirmando la militarización de la GN, un aparato del estado que surgió como una alternativa a otra estructura policial. El movimiento de enviar la GN a la SEDENA también rompería con una de las premisas bajo las que se creó: que estén en un mando civil y no en uno de las fuerzas armadas.
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Así ha sido la polémica Guardia Nacional
La fundación oficial de este cuerpo de seguridad data del 26 de marzo del 2019, fecha en que el Congreso de la Unión aprobó una iniciativa del presidente López Obrador para la creación de la GN. Posteriormente, fue hasta el 27 de mayo del mismo año cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la Ley de la Guardia Nacional que sería de carácter civil.
Con la creación de la GN también llegó la eliminación de la Policía Federal, por lo que pasó a ser la máxima instancia de seguridad pública a nivel nacional. El 1 de enero del 2020 se completó la desaparición de la Policía Federal, una dependencia que llevaba más de 90 años en servicio, pero que se creía era de las más corruptas, razón por la cual también se fundó la GN.
De acuerdo con la Ley de la Guardia Nacional, este organismo está adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC). A pesar de lo anterior, el presidente insistió en que lo mejor para el futuro de la corporación era mandarla a la SEDENA para, según él, evitar que cayera en manos de alguien como Genaro García Luna, exsecretario de SSPC con Felipe Calderón y hoy preso por nexos con el crimen organizado.
En septiembre del 2022, AMLO propuso una serie de reformas a leyes secundarias para que el Congreso de la Unión aprobara la transferencia de la Guardia Nacional a la SEDENA. Esto incluía el control operativo, administrativo y financiero de este cuerpo de seguridad que, en teoría, estaría bajo el control civil.
Al contar con los legisladores para hacer tales modificaciones, la Cámara de Diputados y el Senado aprobaron la transferencia de la GN como una rama más de las Fuerzas Armadas, por lo que el 10 de septiembre del 2022 el presidente publicó el respectivo decreto. Luego de esto, llegó la disputa legal que derivó en que se revirtiera tal reforma para que la GN volviera a ser civil.
Poco más de un año después, el 18 de septiembre del 2023, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional el paquete de reformas que se hicieron sobre la Ley de la Guardia Nacional que llevaron a su militarización. De los 11 ministros, solamente tres votaron en contra de tal decisión, Arturo Zaldívar, Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel.
Si bien ya había un mandato judicial que debía cumplirse a más tardar el 1 de enero del 2024, esto no ocurrió de tal manera. La organización México Unido Contra la Delincuencia dijo que al 5 de enero todavía no había documentos, pruebas o una orden oficial que comprobara que la GN estaba nuevamente bajo un mando civil.
Luego, el 5 de febrero, cuando envió su paquete de reformas constitucionales al Congreso, el presidente volvió a incluir que la GN vuelva a la SEDENA, pero en esta ocasión con respaldo de la Carta Magna. En este sentido, tras el 2 de junio el oficialismo ganó la mayoría calificada de diputados y se quedó cerca de concretar la de senadores, por lo que se prevé que su militarización es inminente.
Los más de 120,000 elementos que hoy conforman la Guardia Nacional pasarían a estar, una vez más bajo el control de mandos militares en lo que se ha calificado como la militarización de la seguridad pública. Aunado a esto, la GN no está exenta de polémicas, pues tan sólo en 2023 se acumularon más de 1,756 quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos.