Para pasar un buen rato el fin de semana, una tarde con amigos o por festejo, miles de jóvenes en México se alistan para una noche de diversión en los bares y antros de sus ciudades. Lo que debería ser una experiencia emocionante y segura a veces se convierte en un riesgo.
Los episodios de violencia, riñas, robos y, en el peor de los casos, desapariciones, son cada vez más comunes en la vida nocturna. La promesa de diversión parece verse amenazada por la falta de seguridad en estos espacios.
Desde hace años, la inseguridad ha sido una preocupación constante en la vida nocturna mexicana. Mientras que algunos bares y antros cuentan con pocas medidas de seguridad, en otros el acceso es casi inmediato, sin revisiones de pertenencias ni otra medida de control más allá de la identificación de mayoría de edad, es decir, el INE. Esto expone a los asistentes a situaciones de riesgo, ya que la falta de control facilita el ingreso de personas armadas, bajo el influjo de alguna sustancia o con la intención de hacer daño.
Algunos bares, principalmente en grandes ciudades, han implementado detectores de metales y personal de seguridad en la entrada, pero estos son la minoría. En la mayoría de los casos, la seguridad se reduce a la presencia de un guardia que supervisa el ingreso, lo cual parece insuficiente.
¿Qué deberían exigir los asistentes?
Si bien el principal deber de implementar medidas de seguridad recae en los dueños de bares y antros, también es importante que los asistentes se informen y exijan condiciones adecuadas para su seguridad. Optar por lugares que cuenten con personal de seguridad visible, salidas de emergencia claras y protocolos de acción es un primer paso para reducir riesgos.
En última instancia, la experiencia de salir a un bar o antro debería ser sinónimo de entretenimiento y disfrute, no de riesgo. Asegurar un ambiente seguro para todos depende tanto de los centros nocturnos como de las autoridades y de la misma ciudadanía. Mientras tanto, queda en manos de cada persona elegir cómo y dónde disfrutar la vida nocturna sin exponerse a peligros innecesarios.
Recomendaciones para una noche de fiesta
Ante este tema, algunas ciudades han emitido recomendaciones para quienes asisten a estos centros; tal es el caso del Estado de México, que sugiere lo siguiente:
- Si el auto se deja en la calle, estacionarlo en zonas bien iluminadas y vigiladas.
- Al ingresar al establecimiento, ubicar las salidas de emergencia y pedir una mesa cerca de ellas. Verificar que no estén bloqueadas.
- Cuidar el manejo de tarjetas de crédito y evitar hacer ostentación económica.
- Acudir al sanitario acompañado y nunca ir solo. Terminar la bebida antes de levantarse o pedir una nueva si se deja en la mesa.
- Asegurarse de que las botellas de licor sean entregadas correctamente cerradas y con sello de certificación.
- No consumir bebidas que alguien más haya preparado en su ausencia.
- Si necesita un taxi, solicitarlo de un sitio registrado y verificar el tarjetón del conductor.
