
Dale Britt Bendler, exfuncionario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y residente de Miami, Florida, se declaró culpable de actuar como agente extranjero no registrado y de mal manejo de material clasificado. El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó sobre su declaración el 25 de abril, precisando que Bendler cometió estas acciones mientras era funcionario público de la CIA.
El acuerdo de culpabilidad detalla que Bendler, de 68 años, comenzó a trabajar de contratista a tiempo completo para la CIA en 2014. Durante ese periodo, contaba con una autorización de seguridad de nivel Alto Secreto/Información Compartimentada Sensible (TS/SCI). Antes de asumir ese rol, prestó servicio por más de 30 años como oficial de inteligencia y se jubiló como miembro del Servicio Superior de Inteligencia en el mismo año.
Durante el periodo comprendido entre julio de 2017 y julio de 2020, mientras mantenía su autorización como contratista, Bendler colaboró con una firma de cabildeo en Estados Unidos y participó en actividades no autorizadas en representación de clientes extranjeros. Según el acuerdo judicial, estas actividades incluyeron el intento de "usar su posición y acceso a la CIA para influir en la investigación de malversación de fondos de un gobierno extranjero contra uno de sus clientes extranjeros".
Asimismo, Bendler intentó "influir en la decisión del gobierno estadounidense sobre la concesión de una visa estadounidense a otro cliente de Bendler, presuntamente vinculado con la financiación del terrorismo". A cambio de estas gestiones, el exagente recibió "cientos de miles de dólares".
Durante ese mismo periodo, el exfuncionario abusó de su acceso a los recursos y personal de la agencia. Entre otras acciones, consultó sistemas clasificados de la CIA en busca de información relacionada con sus clientes privados. También almacenó y divulgó información confidencial, sensible y clasificada a personas no autorizadas, y mintió a la CIA y al FBI sobre su rol como agente extranjero y sus actividades de cabildeo.
Además de estas actividades, el acuerdo judicial señala que Bendler utilizó su acceso institucional para beneficio personal, desatendiendo los protocolos de seguridad establecidos. Esta conducta representó una violación directa a las obligaciones que mantenía como contratista de una agencia de inteligencia.
La CIA canceló su contrato y su acceso a instalaciones y sistemas en septiembre de 2020. Bendler también aceptó la confiscación de 85,000 dólares como parte del acuerdo de culpabilidad. Enfrenta una pena máxima de siete años de prisión: dos años por actuar como agente extranjero y cinco años por el manejo indebido de información clasificada. La sentencia está programada para el 16 de julio. (Notipress)