
En medio de una crisis inmobiliaria que encarece las viviendas tradicionales, plataformas como Amazon han comenzado a ofrecer casas prefabricadas a precios sorprendentemente bajos, desde menos de 8,000 hasta alrededor de 13,000 dólares. Estas viviendas modulares, conocidas como "tiny homes", prometen ser una alternativa asequible y rápida para quienes buscan un hogar propio sin la carga económica de una construcción convencional.
Pero, ¿realmente se pueden instalar en cualquier lugar? ¿Qué permisos se necesitan? ¿Son una alternativa viable frente a la construcción tradicional?
¿Qué son y cómo se instalan estas casas prefabricadas?
Estas casas están fabricadas con materiales resistentes como aleaciones de acero y paneles de madera, diseñadas para soportar condiciones climáticas adversas como vientos fuertes, terremotos y fuego. Su estructura ligera permite un montaje rápido y sencillo, sin requerir conocimientos técnicos avanzados, y son portátiles, lo que facilita su traslado a diferentes terrenos.
Para instalar una casa prefabricada, es indispensable contar con un terreno adecuado donde colocarla. El proceso de instalación puede tomar minutos u horas, dependiendo del modelo y tamaño, y generalmente incluye la conexión de servicios básicos como agua, electricidad y saneamiento.
Por lo que, desde hace algunos años, plataformas como Amazon, Alibaba o Mercado Libre ofrecen kits de casas prefabricadas que van desde pequeños módulos de 20 metros cuadrados hasta viviendas completas de dos pisos. La mayoría proviene de fabricantes en China, Estados Unidos o Europa del Este, y prometen envío directo al país.
Un ejemplo reciente en Amazon México: una casa tipo contenedor de 37 m² por aproximadamente 18,000 dólares (unos 300,000 pesos aproximadamente), que incluye ventanas, puertas, aislamiento térmico y cableado básico.
¿Y los permisos? ¿Se pueden poner en cualquier lugar?
Aunque estas casas son versátiles, no pueden instalarse en cualquier lugar sin cumplir con las normativas locales. La mayoría de los municipios exigen permisos de construcción y verificaciones para asegurar que la vivienda cumpla con estándares de seguridad y uso de suelo. Además, en muchos casos, se requiere que el terreno esté debidamente registrado y autorizado para uso habitacional
De acuerdo con el Reglamento de Construcción de Puebla y similares en otras entidades, toda edificación, prefabricada o tradicional, requiere licencia de construcción.
Además, no se pueden instalar en cualquier sitio. Un terreno en zona agrícola, de conservación o sin escrituras no puede usarse legalmente, aunque muchas casas terminen allí.
Comparativa: ¿qué conviene más?
Las casas prefabricadas y las construcciones tradicionales tienen diferencias significativas tanto en costos como en tiempos de construcción. Las casas prefabricadas son más rápidas de instalar, con un proceso que puede durar entre una a cuatro semanas, una vez que el terreno está listo, mientras que las construcciones convencionales pueden tardar entre tres, seis meses e inclusive el año.
En cuanto a los costos, las casas prefabricadas suelen ser mucho más económicas, con precios que oscilan entre los 300,000 y un millón de pesos, dependiendo del modelo y tamaño, en comparación con una casa convencional que puede superar fácilmente los 700,000 pesos e incluso llegar a los 2 millones. Sin embargo, la durabilidad de una casa prefabricada es menor, con una vida útil de entre 20 y 50 años, mientras que las construcciones tradicionales, si se mantienen adecuadamente, pueden durar entre 50 y 100 años.
En términos de flexibilidad de diseño, las casas prefabricadas tienen limitaciones, ya que generalmente dependen de modelos prediseñados, mientras que las construcciones tradicionales ofrecen mayor libertad para adaptarse a las necesidades y gustos del propietario.
Para los materiales, las casas prefabricadas suelen estar hechas con aleaciones de acero, madera y paneles prefabricados diseñados para ser ligeros pero resistentes, capaces de soportar condiciones climáticas adversas. Por otro lado, las construcciones convencionales utilizan una variedad más amplia de materiales, como ladrillo, concreto y acero, lo que permite una mayor durabilidad y personalización según el diseño arquitectónico.
La portabilidad es otra ventaja significativa de las casas prefabricadas. Estas viviendas pueden trasladarse y reubicarse con relativa facilidad, lo que no es posible con las construcciones tradicionales, que están fijadas permanentemente al terreno. Esto ofrece flexibilidad para quienes no desean comprometerse con una ubicación fija.
Aunque tanto las casas prefabricadas como las convencionales requieren permisos de construcción, la instalación de casas prefabricadas puede implicar una menor complejidad debido a su estructura modular. Sin embargo, ambas opciones deben cumplir con normativas locales y contar con la supervisión de profesionales.
Por lo que podemos concluir que comprar una casa por internet puede parecer una salida mágica al alto costo de la vivienda. No obstante, la realidad técnica, legal y urbana muestra que, lejos de ser una solución inmediata, estas casas requieren planeación, permisos y asesoría profesional. Más que una moda viral, podrían convertirse en una opción viable, pero solo si se les toma con la seriedad que cualquier hogar merece.