
Aunque es casi un hábito para muchas personas y parece ser inofensivo, llevar el teléfono al baño podría estar afectando la salud intestinal de millones de personas, pues de acuerdo con una investigación presentada durante la Semana de Enfermedades Digestivas 2025, esta práctica podría estar relacionada con el aumento de casos de hemorroides.
La investigación ofrece nuevos datos sobre esta conducta que se repite en todos los hogares y oficinas. El estudio evaluó a 125 adultos sometidos a colonoscopias de rutina y recopiló información sobre sus hábitos en el baño, incluyendo el uso del teléfono.
Los resultados muestran que 66 % de los participantes reconocieron usar su teléfono mientras estaba en el retrete. De ese grupo, 93% lo hacía al menos una o dos veces por semana, y más de la mitad admitía que lo hacía en la mayoría de las ocasiones. Las actividades más frecuentes incluían leer noticias, revisar redes sociales o enviar mensajes, lo que evidencia que el momento del baño se convirtió también en tiempo frente a la pantalla.
Al analizar los resultados endoscópicos y ajustar factores como edad, sexo, índice de masa corporal, ejercicio e ingesta de fibra, los especialistas hallaron una relación directa, puesto que los usuarios del teléfono en el baño presentaban 46 % más de riesgo de desarrollar hemorroides que quienes no lo hacían. El motivo principal es el tiempo, ya que 37.3 % de los encuestados indicó que pasaba más de seis minutos por visita al baño, y 35 % confesó que el teléfono era la causa directa.
Permanecer demasiado tiempo sentado en el inodoro genera una presión sostenida sobre las venas del recto y el ano, una condición que favorece la aparición de hemorroides. Estas son dilataciones venosas ubicadas en el canal anal o la parte inferior del recto, similares a las várices, pero en una zona mucho más sensible. Pueden presentarse de forma interna o externa y causar molestias como picazón, dolor, sangrado o la sensación de que la evacuación no ha sido terminada.
De acuerdo con los resultados del estudio, 43 % de los participantes presentaba algún tipo de patología hemorroidal, detectada durante las colonoscopias o mediante los informes endoscópicos. La cifra preocupa, especialmente si se considera que una gran parte de esos casos podría estar relacionada con una conducta tan sencilla como llevar el teléfono al baño.
Ante esta situación, los expertos insisten en la necesidad de cambiar ciertos hábitos, como evitar el uso del teléfono en el baño, lo que podría reducir el tiempo de permanencia en el inodoro y, con ello, el riesgo. También recomiendan incrementar el consumo de fibra a través de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, beber suficiente agua, realizar actividad física con regularidad, no retrasar el momento de la evacuación y evitar el esfuerzo excesivo al defecar.