
Cada 10 de mayo, mientras en muchos países se celebra el Día de las Madres, miles de personas en todo el mundo recuerdan otra fecha: el Día Mundial del Lupus, una enfermedad autoinmune crónica que puede afectar la piel, las articulaciones y hasta órganos vitales. Pero el lupus es apenas una de más de 80 enfermedades autoinmunes identificadas, muchas de las cuales siguen siendo invisibles para la sociedad y, a veces, también para los propios sistemas de salud.
Las enfermedades autoinmunes ocurren cuando el sistema inmunitario, que normalmente protege al cuerpo de infecciones y agentes externos, comete un error y ataca por equivocación las células y tejidos sanos del propio organismo. Entre sus variedades, pueden afectar casi cualquier órgano o sistema del cuerpo, desde la piel y las articulaciones hasta órganos vitales como el hígado, los riñones o el cerebro.
Este fenómeno se debe a una falla en la capacidad del sistema inmunológico para distinguir entre lo propio y lo ajeno, generando autoanticuerpos y una respuesta inflamatoria que daña los tejidos afectados. Aunque no se conocen con exactitud las causas, se sabe que factores genéticos, ambientales y posiblemente infecciosos pueden desencadenar estas enfermedades en personas predispuestas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el National Institutes of Health (NIH), entre 5 y 8 % de la población mundial podría vivir con alguna enfermedad autoinmune.
Mientras que en México, aunque no se cuenta con una cifra oficial consolidada a nivel nacional, se sabe que la prevalencia de enfermedades autoinmunes en general puede ser significativa, afectando a millones de personas, donde de manera particular se estima que hay entre 20 y 90 personas con lupus por cada 100,000 habitantes; cuya cifra podría ser mayor debido al subregistro y a la dificultad para diagnosticar la enfermedad.
Entre las enfermedades autoinmunes más frecuentes se encuentran:
- Lupus eritematoso sistémico: enfermedad crónica que puede dañar piel, articulaciones, riñones, pulmones y cerebro.
- Diabetes tipo 1: el sistema inmunitario destruye las células productoras de insulina en el páncreas, afectando el control del azúcar en sangre.
- Artritis reumatoide: inflamación crónica de las articulaciones que puede afectar también otros órganos, como el hígado.
- Enfermedad celíaca: intolerancia al gluten que daña el intestino delgado.
- Esclerosis múltiple: daño a la mielina que recubre las fibras nerviosas.
Estas enfermedades pueden presentarse desde la infancia o adolescencia y requieren un manejo médico especializado.
Sistema de salud: atención desigual
Aunque muchas de estas enfermedades están cubiertas por el sistema de salud pública en México (como el IMSS o el ISSSTE), la realidad es que no todas reciben el mismo nivel de atención o recursos, especialmente las menos conocidas.
Considerando también que el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades autoinmunes suelen requerir atención multidisciplinaria, incluyendo médicos generales, reumatólogos, inmunólogos y otros especialistas según el órgano afectado. Sin embargo, el acceso a un diagnóstico oportuno y a tratamientos adecuados puede ser limitado en muchos sistemas de salud, debido a la complejidad de estas enfermedades y la necesidad de terapias prolongadas y costosas.
Además, muchos médicos de primer contacto no están capacitados para detectar estos padecimientos, y los centros especializados son pocos. De acuerdo con un informe de la Fundación Mexicana de Enfermedades Reumáticas, solo hay alrededor de 1,500 reumatólogos certificados en todo el país, y están concentrados en ciudades grandes.
¿Quién paga el precio? El alto costo del tratamiento
En México, los costos asociados al tratamiento de enfermedades autoinmunes varían considerablemente según la enfermedad, la gravedad, el tipo de atención y la región, pero se pueden identificar algunos rangos y estimaciones basadas en estudios y reportes recientes. Por ejemplo:
Una persona con lupus puede gastar entre 6,000 y 20,000 pesos al mes en medicamentos, estudios, consultas y hospitalizaciones. Mientras que en otras, como artritis reumatoide, el monto puede oscilar entre 5,000 y 15,000 pesos, dependiendo del grado de la enfermedad y el medicamento requerido.
De estos costos, cerca de 25 % corresponde a gastos de bolsillo, principalmente en medicamentos, exámenes de laboratorio y terapias alternativas. En términos de ingreso familiar, el gasto de bolsillo representa entre 2.5 % y 15 %, según la enfermedad.
Por otro lado, en el contexto de enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes e hipertensión, que también tienen componentes autoinmunes o inflamatorios, el gasto público en México es muy alto. En 2016, las principales instituciones públicas de salud (IMSS e ISSSTE) destinaron alrededor de 95,000 millones de pesos para atender estas enfermedades, lo que representa más de 30 % de su presupuesto total en salud.
Finalmente, a pesar de los desafíos, los avances médicos han permitido mejorar la calidad de vida de muchos pacientes. El reto ahora es garantizar acceso equitativo al diagnóstico temprano, tratamiento integral y apoyo emocional. Especialistas y asociaciones civiles urgen a que se incluyan más padecimientos en las coberturas de salud pública y que se invierta en campañas de sensibilización.