
México no figura entre los 185 países incluidos en el nuevo paquete arancelario impulsado por el gobierno de Estados Unidos. Así lo dijo Marcelo Ebrard, quien alertó que esta exclusión aún no es definitiva y dependerá del avance de las negociaciones comerciales que deberán concluir en junio de 2025.
Durante su participación en la Reunión Nacional de Consejeros Regionales (RNCR) 2025 de BBVA, el secretario explicó que el gobierno estadounidense busca reconfigurar su sistema tarifario global. En ese contexto, México logró mantenerse fuera del grupo afectado, aunque con reservas. "Las estimaciones que veo es que esto termine en el mes de junio… nosotros no estamos en ese paquete", declaró.
Este margen de maniobra ofrece una ventaja competitiva a sectores clave de exportación en México, pero también refleja lo frágil del escenario comercial. Ebrard advirtió que el nuevo sistema aún está en construcción y que el desenlace dependerá del consenso entre socios. "Es respecto al nuevo sistema tarifario que quieres impulsar", puntualizó sobre el proceso de Estados Unidos.
La definición del nuevo marco arancelario ocurre en un momento clave, en plena relocalización de cadenas de valor y en la antesala de la revisión del T-MEC prevista para 2026. Para el empresariado mexicano, esta ventana sin aranceles representa una oportunidad estratégica, pero exige adaptabilidad ante posibles ajustes unilaterales por parte de Washington. Asimismo, el secretario de Economía reveló la postura de Estados Unidos sobre la reforma judicial en México.
De fondo, persiste la inquietud sobre cómo las decisiones de política interna y comercial en Estados Unidos —incluidas las reformas fiscales, industriales y de subsidios— podrían impactar en la competitividad regional. Enfatizó que la administración actual en Estados Unidos busca implementar estos cambios antes de concluir su mandato, reduciendo el margen de reacción para sus socios.
La declaración de Marcelo Ebrard proyecta una señal mixta al sector privado: mientras la actual exclusión de México es favorable, el entorno permanece sujeto a decisiones de alto nivel que pueden alterar el flujo comercial de forma repentina. La necesidad de una diplomacia económica proactiva y una respuesta coordinada del sector productivo ejerce tensión cuando México busca consolidar su papel en la economía bajo las nuevas reglas. (NotiPress)