“Toda enfermedad comienza en el intestino”, ¿mito o realidad?

“Toda enfermedad comienza en el intestino”, ¿mito o realidad?

Foto: FreePik

Toda enfermedad comienza en el intestino”. Aunque esta afirmación parezca una metáfora filosófica, la medicina moderna ha comenzado a respaldarla con datos duros. Hoy, los especialistas en gastroenterología y microbiota advierten que muchas enfermedades crónicas, autoinmunes e incluso mentales pueden tener un vínculo estrecho con la salud del aparato digestivo.

 

La frase atribuida a Hipócrates sigue resonando más de 2,000 años después. Pero, ¿qué tanto tiene de verdad? En el Día Mundial de la Salud Digestiva, expertos y estudios científicos coinciden en que un intestino sano puede marcar la diferencia entre el bienestar y la enfermedad.

 

El intestino, eje central de la salud

 

La microbiota intestinal, compuesta por billones de bacterias y microorganismos, cumple funciones esenciales como producir vitaminasfacilitar la absorción de minerales y proteger contra agentes patógenos. Estudios recientes han demostrado que un desequilibrio en esta flora puede estar vinculado no solo a enfermedades digestivas, sino también a trastornos metabólicosautoinmunes y mentales, incluyendo la depresión y enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.

 

Además, la conexión intestino-cerebro es cada vez más clara; el estado de nuestro sistema digestivo influye en nuestro bienestar emocional y cognitivo, lo que explica expresiones populares como “tener nervios en el estómago”.

 

Un desequilibrio en la microbiota, conocido como disbiosis intestinal, puede tener efectos que van más allá de la inflamación o el malestar estomacal. Estudios publicados en Science Direct revelan que este desequilibrio se ha asociado con:

 

  • Síndrome del intestino irritable (SII)
  • Enfermedades inflamatorias intestinales como Crohn o colitis ulcerosa
  • Obesidad y diabetes tipo 2
  • Ansiedad, depresión y trastornos del ánimo
  • Enfermedades neurodegenerativas como Parkinson
  • Aumento del riesgo de infarto

 

Los malestares digestivos son una de las principales causas de consulta médica. Síntomas como dolor abdominalacidez frecuenteestreñimientodiarrea persistente o presencia de sangre en las heces pueden ser señales de afecciones serias que requieren atención especializada. La automedicación o la normalización de estos síntomas pueden complicar enfermedades subyacentes, incluyendo infecciones por Helicobacter pylorisíndrome de intestino irritable o incluso cáncer gastrointestinal.

 

La salud intestinal se vincula directamente con el sistema nervioso central mediante el eje intestino-cerebro, una red de comunicación bidireccional entre ambos órganos. Según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España, esta conexión puede influir en el estado de ánimo, el nivel de estrés y hasta en el desarrollo de enfermedades mentales.

 

Cómo cuidar el aparato digestivo

 

La prevención y el cuidado del sistema digestivo pasan por hábitos sencillos pero efectivos:

 

  • Alimentación rica en fibra y probióticos: consumir frutas, verduras, cereales integrales y alimentos fermentados como yogur o kéfir favorece la diversidad y salud de la microbiota intestinal. La fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y elimina desechos.
  • Hidratación adecuada: beber entre 1.5 y 2 litros de agua diarios facilita la digestión y previene el estreñimiento.
  • Actividad física regular: el ejercicio estimula el movimiento intestinal, mejora el metabolismo y reduce el estrés, un factor que afecta negativamente la digestión.
  • Comer despacio y masticar bien: esto facilita la descomposición de los alimentos y optimiza la absorción de nutrientes.
  • Control del estrés y buen descanso: técnicas de relajación como yoga o meditación ayudan a mantener el equilibrio del sistema digestivo y promueven un sueño reparador.
  • Uso de aceite de oliva virgen extra: rico en polifenoles antioxidantes, es beneficioso para la microbiota intestinal.
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