Pasará el resto de su vida en la cárcel tras secuestrar y vender a su hija de 6 años

Un tribunal en Sudáfrica dictó cadena perpetua contra la madre de Joshlin Smith, la niña de seis años desaparecida en febrero de 2024, tras hallarla culpable de secuestrar y vender a su hija. La sentencia también recayó sobre su pareja sentimental, Jacquen Appollis, y un amigo del entorno familiar, Steveno van Rhyn.

Además de la condena por trata de personas, los tres recibieron 10 años adicionales de prisión por el delito de secuestro, según la resolución emitida por el Tribunal Superior del Cabo Occidental durante una audiencia pública en Saldanha Bay, una localidad costera situada a unos 135 kilómetros de Ciudad del Cabo.

“La gravedad de lo ocurrido no necesita más énfasis, se privó a una menor de su libertad”, expresó el juez Nathan Erastus al emitir la sentencia. Durante la audiencia, interrumpida en varios momentos por aplausos del público presente, el magistrado recordó a la acusada que ella misma había reconocido que su hija fue tratada como mercancía. “Por la trata de personas, se les condena a cadena perpetua. Por el secuestro, a 10 años de prisión”, concluyó el juez.

Por su parte, la defensa sostuvo que no existía evidencia de que la menor hubiese sufrido daño alguno, pero el juez desestimó ese planteamiento, señalando que la sola privación de libertad causa un perjuicio emocional grave e incuestionable.

El fallo se apoyó en testimonios como el de una vecina de Smith, que aunque al inicio fue acusada, luego declaró como testigo de la Fiscalía. También fue importante la declaración del pastor evangélico, Nico Coetzee, quien afirmó haber conversado con la madre en 2023 sobre la posible venta de la niña. Según relató, Smith llegó a mencionar montos específicos, primero 20,000 rands, pero después mostró disposición a aceptar solo 5,000.

Si bien el juez valoró el testimonio del pastor como creíble y sin motivos para perjudicar a Smith, mostró mayor cautela con el de la vecina, Lourentia Lombaard, aunque igualmente fue considerado en el fallo. Lombaard aseguró que la madre le confesó haber vendido a Joshlin a un “sangoma”, término que en la cultura zulú se refiere a curanderos tradicionales.

Erastus también subrayó que la actitud de Smith durante la investigación no era la de una madre afectada por la desaparición de su hija. Ni ella ni los otros dos acusados ofrecieron testimonio en su defensa ni presentaron testigos durante el juicio, todos mantuvieron su inocencia hasta el final.

Joshlin desapareció el 19 de febrero del año pasado frente a su casa en Saldanha Bay. A pesar de los intensos esfuerzos de búsqueda y la difusión de su imagen en medios y redes sociales, el paradero de la menor continúa siendo un misterio.