
La marca automovilística, Chevrolet, llevó a cabo una jornada de pruebas en pista del Corvette ZR1 2025, nuevo integrante de la octava generación del deportivo. La actividad se desarrolló en el Circuito de las Américas, ubicado en Texas, Estados Unidos, como parte de la presentación oficial del vehículo en condiciones reales.
Este modelo adopta una configuración de motor central con el objetivo de mejorar la distribución del peso, lo que permite ampliar las posibilidades de diseño respecto a generaciones anteriores. La nueva arquitectura del Corvette ZR1 responde también a los límites que presentaba el diseño de motor delantero en términos de espacio y refrigeración.
Sobre el sistema de propulsión, la unidad incorpora el motor LT7, que conserva elementos del LT6, como el cigüeñal plano y la lubricación por cárter seco. El rediseño permitió integrar dos turbocompresores de 74 milímetros, los cuales requirieron ajustes en el sistema de admisión y control electrónico de válvulas.
El fabricante informó que "la potencia final llegó a romper dos dinamómetros de Chevrolet durante las primeras pruebas", lo que motivó refuerzos en la transmisión de doble embrague, incluyendo engranajes más anchos y un nuevo sistema de lubricación. Estas modificaciones buscan asegurar el rendimiento y la resistencia del conjunto mecánico.
La refrigeración se convirtió en una prioridad dentro del diseño. El compartimento delantero fue adaptado para instalar un radiador de gran tamaño, mientras que el extractor de calor del capó y las tomas de aire en la parte trasera ayudan a canalizar eficientemente el flujo de aire. Se añadieron entradas NACA en los hombros del vehículo para suministrar aire más frío a la caja de admisión.
Durante las pruebas en condiciones cálidas y húmedas, las temperaturas del aceite se mantuvieron por debajo de los niveles críticos. Según lo observado, las lecturas ocasionales superaron los 104 °C, sin comprometer el funcionamiento general del sistema.
En el caso del ZR1 convertible, se indicó una reducción en el rendimiento, atribuida a la ausencia de ventilación dividida y tomas laterales. La unidad también presentó una menor altura interior, lo cual afectó la experiencia de conducción con casco. Un integrante del equipo técnico señaló que "el motor probablemente tenía entre un 5 % y un 10 % menos de potencia".
Finalmente, Chevrolet concluyó la jornada con observaciones sobre la transmisión automática, cuyas relaciones se transfieren del modelo Stingray. Este ajuste afecta el rendimiento al cambiar de segunda a tercera y de tercera a cuarta marcha, lo cual puede influir en la entrega de potencia máxima en situaciones específicas. (Notipress)