Durante la temporada de lluvias, que está por comenzar, hay diversas colonias de la capital poblana que tradicionalmente sufren los efectos de las inundaciones, causando pérdidas materiales y afectando la vida cotidiana de cientos de poblanos.
Esta acumulación de agua, que se presenta cada año, es causada por deficiencias y falta de mantenimiento en el drenaje, basura en coladeras, la topografía de la ciudad y, en algunos casos, por la cercanía a ríos como el Atoyac, Alseseca o San Francisco.
Colonias como Álamos, Patriotismo, La Hacienda, Bosques de Amalucan, Centro Histórico (especialmente en puntos como el bulevar 5 de Mayo y la avenida Juárez), Esfuerzo Nacional, Las Hadas Mundial 86, Unidad Magisterial México 68, 10 de Mayo, Valle de las Flores, El Cerrito, Loma Bonita, San José del Puente, Ampliación Reforma Sur, La Providencia, Las Ánimas, Luz Obrera, Campestre del Bosque, Lagos Gloria, Morelos, Cieneguillas, Castillotla, Guadalupe Caleras y Adolfo López Mateos, entre otras, enfrentan un alto riesgo de inundación cada temporada de lluvias.
Tan solo en el 2020, el desbordamiento de una barranca en la reserva Parque Estatal Flor del Bosque, así como del río Alseseca, en la zona nororiente de la ciudad, provocó severos daños y cuantiosas pérdidas materiales.
Las colonias afectadas fueron Casa Blanca, Lomas Flor del Bosque, Haras Ciudad Ecológica, Clavijero, Toltepec Álamos, El Salvador, Amalucan y San Matías Bella Vista. Varios vecinos de la zona tuvieron que ser trasladados a albergues debido a la magnitud de los daños.
De igual forma, año con año existe el temor de los vecinos de las colonias aledañas al Puente Negro por un posible desbordamiento del vaso regulador. Este miedo es justificado por antecedentes como el sucedido en 2014, cuando la acumulación de basura y un fuerte aguacero provocaron inundaciones en viviendas, negocios y en la diagonal Defensores de la República, afectando el transporte público y requiriendo la intervención del Ejército y Protección Civil. En esa ocasión, se extrajeron 40 toneladas de basura que obstruían las tuberías.
Este vaso regulador del Puente Negro es una estructura hidráulica diseñada para controlar y regular el flujo del agua del río San Francisco durante la temporada de lluvias. Su función principal es almacenar temporalmente el agua de lluvia para evitar desbordamientos e inundaciones en las colonias aledañas, como Adolfo López Mateos, Vicente Guerrero, Cuauhtémoc y Moctezuma.
Además, actúa como un depósito que ayuda a gestionar el exceso de agua, reduciendo la presión sobre el sistema de drenaje y protegiendo las zonas urbanas cercanas.
Este vaso regulador también ayuda a monitorear el nivel de agua acumulada por parte de Protección Civil, que puede evaluar el riesgo de inundaciones en tiempo real y tomar medidas preventivas, como emitir alertas, como la llevada a cabo en 2024, cuando el vaso alcanzó 75 % de su capacidad.
En este sentido, el nivel de agua en el vaso actúa como un indicador de la intensidad de las lluvias y de la capacidad del sistema hidráulico para manejar el flujo, alertando sobre posibles desbordamientos o saturación del drenaje.
Sin embargo, esta construcción hidráulica está siempre llena de basura debido a desechos arrojados por transeúntes, automovilistas y algunos vecinos, provocando que el vaso no cumpla su propósito, aumentando el riesgo de inundaciones en la zona.
