En Estados Unidos, grupos migrantes recurren a plataformas digitales para organizar mecanismos de comunicación que permitan difundir alertas sobre operativos realizados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Esta práctica, que responde a una necesidad de protección ante los incrementos en las detenciones, se ha convertido en una herramienta fundamental para quienes enfrentan riesgos de deportación.
La Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA) estimó recientemente la detención de 300 personas en California, en el contexto de operativos llevados a cabo por el ICE. Estos eventos fueron descritos como una situación sin precedentes por parte de Angélica Salas, directora de CHIRLA, quien aseguró que durante más de tres décadas no había presenciado una acción de tal magnitud.
Jorge Mario Cabrera, vocero de la misma organización, indicó a una agencia de noticias que la mayoría de las personas detenidas eran trabajadores, no tenían antecedentes criminales y provenían de distintas áreas del condado de Los Ángeles. Según esta fuente, los procedimientos no solo generan incertidumbre sino también una creciente dependencia de herramientas tecnológicas para garantizar la información oportuna.
Ante este contexto, usuarios han estructurado canales comunitarios en redes como Facebook, Instagram y WhatsApp. A través de estos espacios, administrados por organizaciones no gubernamentales o personas de la misma comunidad, se reciben reportes ciudadanos sobre presencia de agentes migratorios. Cada reporte es verificado por los administradores antes de su difusión para evitar información errónea o alarmas injustificadas.
.jpg)
Los mensajes se canalizan mediante publicaciones, notificaciones o listas de distribución. También existen opciones para enviar datos de forma anónima, sin que el remitente tenga que exponerse públicamente. Para validar los informes, los moderadores solicitan datos esenciales: fecha, ubicación, imágenes, y detalles de los vehículos o uniformes observados durante los operativos.
Igualmente, las redes sociales permiten, además, una circulación rápida de alertas. En momentos de alta tensión, estos medios representan la vía más eficaz para llegar a un número amplio de personas en poco tiempo. Al integrar elementos visuales y ubicación geográfica, las publicaciones logran mayor precisión y utilidad en la planificación de desplazamientos o actividades cotidianas.
Además de redes tradicionales, algunos colectivos también promueven el uso de aplicaciones especializadas como ResistMap. Esta app, según medios internacionales, permite emitir notificaciones sobre redadas en distintas zonas, basadas en información enviada por usuarios y procesada por equipos de verificación.
De este modo, los desarrolladores y administradores insisten en que la utilidad de estos sistemas depende de la participación activa y el respeto por las reglas internas de los grupos. La cooperación comunitaria resulta clave para mantener la efectividad de los reportes y reducir el margen de error en la información compartida. (Notipress)
