Cursos de verano, una práctica educativa que evoluciona con el tiempo

Cursos de verano, una práctica educativa que evoluciona con el tiempo

Foto: Enfoque

Resulta ya clásico que, apenas se acerca el fin del ciclo escolar, muchos padres de familia ya comienzan a planear a dónde enviaran a sus hijos a cursos de verano. En esta temporada, abundan las ofertas para que los pequeños lleven a cabo diversas actividades en este periodo vacacional.

 

Los cursos de verano en México tienen sus raíces a principios del siglo XX, cuando se buscaba aprovechar el periodo vacacional para complementar la educación y atender necesidades específicas de los estudiantes. 

 

Uno de los hitos más significativos fue en 1921, cuando José Vasconcelos, entonces rector de la UNAM, impulsó la creación de los primeros cursos de verano en el país. Estos cursos, inspirados en modelos internacionales como los “cursos de verano para extranjeros”, se diseñaron inicialmente para ofrecer estudios de lengua, literatura española, historia y arte mexicano, principalmente dirigidos a un público extranjero y a estudiantes que buscaban reforzar sus conocimientos.

 

Con el tiempo, los cursos de verano evolucionaron desde su enfoque original de regularización hacia una oferta más diversa. En las décadas siguientes, se expandieron para incluir actividades recreativas, deportivas, artísticas y tecnológicas, respondiendo a las necesidades de los padres que buscaban opciones seguras y productivas para sus hijos durante las vacaciones, especialmente en un contexto donde ambos padres trabajan.

 

Estos cursos, ofrecen múltiples beneficios para el desarrollo integral de niños y adolescentes, combinando diversión con aprendizaje en un entorno estructurado. Permiten a los niños explorar y fortalecer talentos en áreas como arte, deportes, tecnología, robótica, cocina o educación financiera. Estas actividades fomentan la creatividad y el aprendizaje práctico.

 

Al interactuar con otros niños en un entorno nuevo, los participantes desarrollan habilidades sociales, como la comunicación, la cooperación y el sentido de comunidad. Esto también les ayuda a crear amistades duraderas y a adaptarse a nuevos contextos. Los niños aprenden a adaptarse a entornos diferentes y a superar desafíos, lo que contribuye a su crecimiento personal.

 

Aunque muchos cursos tienen un enfoque recreativo, algunos refuerzan conocimientos académicos o preparan a los estudiantes para niveles educativos superiores, ayudando a reducir la brecha educativa durante el verano.

 

Aunque los cursos de verano pueden ser una carga económica para algunas familias, existen numerosas opciones accesibles o gratuitas que alivian esta presión, con actividades que van desde deportes hasta artes, garantizando que los niños tengan un verano productivo y divertido sin comprometer el presupuesto familiar.

 

Por ejemplo, la Secretaría de Cultura lanzó el curso de Verano en Museos, que incluyen talleres de teatro, danza, artes plásticas, manualidades, música y grabado, dirigidos a niños de 7 a 12 años. El costo de inscripción es de 240 pesos. Para mayor información es necesario llamar al 22 23 26 71 30, extensión 7170.

 

Los talleres Artísticos “Profesor Pedro Ángel Palou Pérez” de la Secretaría de Cultura, son otra buena opción. Ofrece cursos gratuitos y de bajo costo para niños y jóvenes de 6 a 17 años, incluyendo piano, canto, guitarra clásica, arte circense, teatro, danza contemporánea, clásica, regional, stop motion, pintura e ilustración. Para información más detallada es necesario acudir a los Talleres de Iniciación Artística, ubicados en 7 Oriente No. 2, en el Centro Histórico.

 

La BUAP año con año, a través de la Dirección de Cultura Física, ofrece campamento y cursos deportivos para niños y jóvenes de 5 a 15 años, incluyendo atletismo, baloncesto, campismo, esgrima, fútbol, natación, tenis, judo, karate y más. También hay cursos específicos de natación, gimnasia y deportes de raqueta.

 

 

Los costos varían de acuerdo a la disciplina. Para conocer fecha de iniciación y requisitos hay que acudir al Complejo Deportivo Universitario y de Alto Rendimiento (COMDE) ubicado en Ciudad Universitaria.

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