Demencia vascular, cómo los vasos sanguíneos influyen en el desarrollo de la enfermedad

Demencia vascular, cómo los vasos sanguíneos influyen en el desarrollo de la enfermedad

Foto: Sergio F Cara, Freepik

Un cuarto de todos los diagnósticos de demencia en el mundo se relaciona con enfermedades vasculares que afectan directamente el flujo sanguíneo en el cerebro. Esta condición, conocida como demencia vascular, se origina cuando los vasos sanguíneos cerebrales se bloquean, se debilitan o se deterioran. A raíz de esta situación, se impide que el oxígeno y los nutrientes lleguen de manera eficiente al tejido cerebral.

 

De acuerdo con especialistas, los factores de riesgo que incrementan la posibilidad de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares (ACV) también están asociados con una mayor probabilidad de desarrollar demencia vascular. "Hipertensión arterial, colesterol alto, diabetes, tabaquismo, obesidad y apnea del sueño — estos son los factores de riesgo modificables que, si no se tratan, pueden desgastar los pequeños vasos sanguíneos del cerebro con el tiempo," explicó el Dr. Stephen English, neurólogo vascular en Mayo Clinic.

 

Este tipo de demencia puede surgir tras uno o varios ACV, hemorragias cerebrales o debido al daño progresivo de arterias cerebrales por enfermedades crónicas. Estos cambios vasculares comprometen el funcionamiento de los axones, que son las conexiones internas del cerebro. "Los cambios vasculares en el cerebro, la mayoría de las veces, dañan los axones, o 'cables', que conectan diferentes partes del cerebro," detalló el especialista. Según sus palabras, este deterioro provoca una reducción en la velocidad con la que viajan las señales cerebrales, afectando funciones mentales clave.

 

Dentro de los síntomas más frecuentes de la demencia vascular se encuentran dificultades en la memoria, el juicio, la planificación y el razonamiento. El doctor explicó que "los signos de la demencia vascular incluyen problemas de razonamiento, planificación, juicio, memoria y otros procesos mentales."

 

El abordaje clínico de esta enfermedad incluye el tratamiento de diversas condiciones subyacentes. Dependiendo del caso, los médicos pueden indicar fármacos para reducir la presión arterial y el colesterol, controlar la glucosa en personas con diabetes, evitar la coagulación de la sangre o tratar trastornos respiratorios del sueño. "Podemos, en muchos casos, intervenir en estos factores de riesgo. Estas son algunas medidas que pueden reducir el riesgo de desarrollar demencia vascular," afirmó English.

 

Ante señales de alerta o antecedentes médicos que impliquen riesgo, se recomienda una consulta con neurólogos especializados. El tratamiento oportuno de las enfermedades cardiovasculares podría, en ciertos casos, ralentizar la progresión de la demencia y evitar un deterioro mayor de las capacidades cognitivas. (Notipress)

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