
El cambio de director de Agua de Puebla en diciembre pasado, cuando Héctor Durán Díaz fue reemplazado por Jordi Bosch Bragado, no ha resuelto los problemas de miles de ciudadanos.
La empresa continúa enfrentando severas críticas por deficiencias en el suministro de agua, cobros excesivos y falta de transparencia.
La concesionaria Agua de Puebla para Todos (@AguadePuebla) nombra a Jordi Bosch Bragado como nuevo director general tras la salida de Héctor Durán Díaz. pic.twitter.com/saS3gTSpZ7
— Berenice Martínez (@bereymar) February 4, 2025
Pero, si esto no fuera suficiente, ahora hay acusaciones de los colonos sobre las respuestas inconsistentes de Agua de Puebla, que reflejan un problema recurrente de falta de comunicación clara y soluciones efectivas por parte de la empresa.
Reportes recientes de usuarios señalan que reciben excusas variadas ante la falta del vital líquido, como mantenimiento, fallas en bombas o fugas, a través de los diferentes canales de atención, ya sea telefónica, en redes sociales o en oficinas, lo que genera confusión y, sobre todo, mucha molestia e inconformidad.
Tal es el caso de los vecinos del fraccionamiento IVI Santa Lucía 2, ubicado al sur de la capital, el cual refleja los problemas generalizados de desabasto de agua que enfrentan muchas colonias en la región, exacerbados por la gestión deficiente de Agua de Puebla.
De acuerdo con algunos vecinos de este lugar, el fraccionamiento ha experimentado cortes de agua que duran hasta cuatro días consecutivos, con solo un día de suministro, lo que genera graves afectaciones a los residentes.
“Hemos hecho los reportes telefónicamente, a través de redes sociales, en el AquaMóvil, y las respuestas siempre son diferentes: nos dicen que porque algunos vecinos no han pagado, otros que porque la pastilla de la bomba no sirve o, incluso, nos dijeron que no estaban enterados de la situación”.
Esta falta de información clara y consistente por parte de la empresa es un factor clave que genera desconcierto y frustración entre los colonos, pues esta opacidad no solo dificulta que los residentes comprendan las razones reales detrás del desabasto, sino que también alimenta la percepción de que la empresa prioriza excusas sobre soluciones.
Pero la situación en el fraccionamiento IVI Santa Lucía 2 se agrava aún más por la dependencia de una cisterna común para abastecer a aproximadamente 2,000 familias, lo que pone en manos de Agua de Puebla la responsabilidad directa de conectar la bomba que distribuye el agua.
A diferencia de viviendas con tinacos o cisternas individuales, esta configuración limita la capacidad de los colonos para almacenar agua durante los períodos de suministro intermitente, por lo que se ven en la necesidad de recolectar agua de lluvia o almacenarla en cubetas.
“Tenemos que ir con amigos o familiares para que nos vendan o regalen agua. Llenamos garrafones y cubetas. En el fraccionamiento hay un chico que entra a vender agua purificada, y muchas veces tenemos que utilizar esa agua para cubrir nuestras necesidades básicas”, expresaron.
Lo que es aún más indignante para los colonos es que deben costear pipas privadas para cubrir sus necesidades básicas mientras reciben facturas mensuales de Agua de Puebla por un servicio que no se les proporciona de manera regular. Además, está la amenaza latente de cortar el suministro por falta de pago, calificado como un acto de burla por los propios vecinos.
Lo que es un hecho es que el cambio de director en Agua de Puebla, lejos de ser una solución, ha sido insuficiente para abordar la crisis hídrica que afecta a miles de poblanos. La continuidad de prácticas abusivas, como facturas injustas y cortes de suministro a pesar del desabasto, junto con la falta de mejoras en la infraestructura y la comunicación opaca, evidencia que este cambio parece ser el último “clavo en el ataúd” para una empresa ya desacreditada.