¿Alguien te cae mal sin motivo? Podría ser un trastorno sicológico

¿Alguien te cae mal sin motivo? Podría ser un trastorno sicológico

Foto: Freepik

En las relaciones sociales, es común que existan personas cuya sola presencia genera malestar, incluso sin haber tenido conflictos antes. Este fenómeno no es una simple incomodidad, sino que podría estar relacionado con un trastorno sicológico conocido como estrés relacional antagónico.

 

Este tipo de estrés se presenta cuando alguien en nuestro entorno provoca irritabilidad, ansiedad, cambios de humor o sentimientos de culpa de forma constante. Además, el estrés relacional antagónico no parte de un conflicto concreto, sino de una tensión persistente que se acumula con el tiempo y afecta tanto la salud emocional como física.

 

Según los expertos, normalmente se minimizan estos episodios, lo que provoca un desgaste progresivo. Asimismo, muchas personas mantienen estas relaciones por miedo a la soledad, al rechazo o por no saber cómo explicar el malestar que sienten; sin embargo, ignorar el problema puede derivar en agotamiento crónico, insomnio y dificultades para desenvolverse con naturalidad.

 

Los expertos recomiendan aprender a poner límites y practicar la asertividad como herramientas para cortar el ciclo de estrés. Conversaciones que agotan, la necesidad constante de justificarse o el bloqueo emocional son señales de que la relación está afectando el bienestar personal.

 

Pero no todo conflicto interpersonal es negativo, ya que las discusiones puntuales con posibilidad de diálogo y reparación, forman parte de una convivencia sana. Lo preocupante es cuando el malestar se vuelve crónico y no existe espacio para resolverlo de forma constructiva.

 

En muchos casos, este patrón puede tener raíces familiares, pues según los expertos, haber presenciado relaciones desequilibradas en la infancia, marcadas por miedo al abandono o baja autoestima, puede influir en la dificultad para romper vínculos dañinos en la adultez.

 

La sicología asegura que no debemos normalizar el rechazo constante hacia alguien ni resignarnos a convivir con ese malestar. Reconocer el estrés relacional antagónico y actuar a tiempo es importante para preservar la salud mental y emocional.

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