
En el sistema de justicia penal mexicano, un acusado que se declara culpable de un delito puede obtener importantes beneficios, pero a cambio de asumir una serie de consecuencias. Este proceso, conocido como "procedimiento abreviado", es una de las "salidas alternas" que ofrece el Nuevo —ya no tan nuevo— Sistema de Justicia Penal Acusatorio, implementado en el país.
Su objetivo es agilizar la resolución de casos, disminuir la carga de trabajo en los tribunales y, en ciertos escenarios, evitar un juicio oral. Pero ¿qué sucede cuando un acusado se declara culpable?
El procedimiento abreviado se activa cuando un imputado, con la asesoría de su abogado defensor, acepta formalmente su responsabilidad en los hechos que se le imputan. Esto ocurre antes de la etapa del juicio oral. A cambio de esta aceptación, el Ministerio Público (la Fiscalía) solicita una pena menor a la que se le podría imponer en un juicio ordinario.
La reducción de la sentencia es el principal beneficio. La ley permite al juez disminuir la sanción, incluso hasta una tercera parte de la mínima que correspondería al delito imputado. Esta reducción puede ser significativa y, en algunos casos, permite que la persona obtenga beneficios como la libertad anticipada o la suspensión condicional del proceso, si el delito lo permite.
También se acelera el proceso. Declararse culpable pone fin a la investigación y al juicio. Se evita el desgaste emocional y económico de un juicio oral, tanto para el acusado como para la víctima y el sistema de justicia en general.
Pero no frena la investigación, ya que el procedimiento abreviado solo es posible una vez que la Fiscalía tiene suficientes elementos probatorios para sustentar su acusación. Es decir, se declara la culpabilidad con base en la evidencia ya recabada, no para detener la investigación.
Se debe tomar en cuenta la reparación del daño. Para acceder a este beneficio, el acusado debe garantizar la reparación del daño causado a la víctima. Esto es un requisito indispensable y un pilar del sistema acusatorio, que busca dar prioridad a los derechos de las víctimas.
¿Hay quienes se declaran culpables sin serlo?
En México, no existen bases de datos oficiales o estudios que cuantifiquen el número de personas que se han declarado culpables sin serlo. Sin embargo, es una situación que se ha documentado y denunciado por organizaciones de derechos humanos y juristas.
Las razones por las que una persona podría tomar esta decisión son complejas y pueden incluir:
Presión y desconocimiento: La falta de información sobre sus derechos, la presión de la fiscalía o la policía, e incluso la desconfianza en el sistema judicial pueden llevar a una persona a aceptar una pena menor, aun siendo inocente, para evitar el riesgo de una condena mayor en un juicio.
La prisión preventiva y el desgaste: El tiempo en prisión preventiva puede ser un factor determinante. Un acusado puede preferir declararse culpable y salir antes, en lugar de pasar años esperando un juicio, especialmente si se trata de un delito menor.
La ineficacia del sistema: El miedo a un proceso largo, ineficiente y costoso, sumado a la falta de recursos para costear una defensa robusta, puede orillar a un individuo a optar por la salida más rápida, aunque no sea la más justa.
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El procedimiento abreviado es una herramienta útil para la administración de justicia, pero su uso conlleva el riesgo de que personas inocentes, bajo ciertas circunstancias de vulnerabilidad, acepten una culpabilidad que no les corresponde.