
El gobierno de Oaxaca exigió a la empresa de “fast fashion”, Shein, el retiro inmediato de prendas que reproducen diseños tradicionales del Istmo de Tehuantepec, al considerar que se trata de una apropiación indebida del patrimonio cultural de sus comunidades. La Secretaría de las Culturas y las Artes de la entidad denunció que la comercialización de estas piezas vulnera los derechos patrimoniales de los pueblos originarios.
En un comunicado oficial, las autoridades oaxaqueñas señalaron que los bordados presentes en huipiles y enaguas poseen un profundo valor simbólico e histórico. Estos diseños, según el gobierno estatal, representan emblemas de identidad que surgieron a lo largo de siglos, reivindicando el empoderamiento femenino, la resistencia frente a procesos de colonización y la celebración de la vida cotidiana.
La denuncia incluye una fotografía del modelo comercializado por Shein y el vendedor Danny C&R, como prueba de la réplica sin autorización. El gobierno subrayó que esta apropiación no solo tiene implicaciones económicas, sino también simbólicas, al despojar a las comunidades del Istmo de elementos que constituyen “el alma viva de su cultura”.
#Enterate A un día que la diputada Irma Pineda, denunciara el plagio por la transnacional @SHEIN_Official de los bordados tradicionales del #Istmo de #Tehuantepec, la @SECULTA_GobOax exige detener la venta y promoción de las prendas y la reparación del daño a las comunidades… pic.twitter.com/OjXfV9b8fV
— CiudadaniaXpres (@CiudadaniaXpres) August 28, 2025
Este caso se suma a una controversia reciente con la empresa Adidas, que fue señalada por lanzar un modelo de calzado inspirado en los huaraches zapotecos sin reconocer su procedencia. Tras la protesta de la comunidad, la empresa alemana ofreció disculpas y reconoció la autoría zapoteca, sentando un precedente en la defensa del patrimonio textil indígena.
El gobierno de Oaxaca advirtió que los textiles de la región no deben tratarse como productos industriales, sino como el resultado de técnicas tradicionales heredadas de generación en generación. Cada pieza representa una manufactura artesanal vital para la economía local y el tejido social de las comunidades.
La exigencia hacia Shein incluye el cese de toda promoción, venta y circulación de las prendas que utilizan bordados istmeños, así como la generación de mecanismos de reparación hacia los pueblos afectados. Asimismo, el comunicado enfatiza que estos textiles “encarnan el espíritu colectivo” de las comunidades originarias.