
Aunque las vacaciones suelen asociarse con descanso y recreación, también implican un efecto poco discutido: el aumento de peso en la mayoría de las personas. Un estudio aplicado a 300 personas por la Clínica del médico bariatra, David Montalvo, especialista en medicina cannábica, reveló que 6 de cada 10 regresaron de las vacaciones con un incremento de hasta 3 kilos, mientras que un 10% ganó 5 kilos o más. Esta variación, generalmente no se revierte de manera automática al volver a la rutina, lo cual convierte el regreso a clases y al trabajo en un punto de partida estratégico para mejorar los hábitos alimenticios y de salud en casa.
Estos datos, compartidos con NotiPress, reflejan una tendencia frecuente cuando se combinan el descanso prolongado, el consumo elevado de calorías y una menor movilidad. El especialista indicó cómo este aumento rara vez se revierte automáticamente al regresar a la rutina diaria, lo cual obliga a replantear hábitos alimenticios e hídricos en el inicio del ciclo escolar.
Así, el reinicio de actividades escolares y laborales puede ser un momento clave para restablecer el orden en la alimentación y en los hábitos de movimiento en el hogar. Según Montalvo, "el retorno a clases es un buen momento para modificar el estilo de vida haciendo cambios en la alimentación, incrementar la actividad física, reducir el tiempo de exposición a pantallas (TV, celulares, tablets, computadoras) y controlar las horas de sueño".
Las cifras sobre obesidad infantil en México respaldan la importancia de implementar medidas preventivas. En 2023, el 17,5% de los menores de entre 5 y 11 años presentó obesidad, mientras uno de cada tres mostró algún grado de sobrepeso. Entre las consecuencias se encuentran afecciones de tipo crónico, bajo rendimiento escolar y dificultades emocionales.
Frente a este panorama, el especialista recomienda iniciar el nuevo ciclo con una revisión general de salud, incluyendo aspectos visuales, bucales y metabólicos. Esto permite detectar condiciones las cuales puedan afectar el rendimiento académico o el bienestar físico.
Respecto a las sugerencias prácticas, se mencionan cambios específicos en los tiempos de comida, como reemplazar cereales industrializados por avena cocida con leche light y fruta picada, o incluir huevo en tortilla de maíz acompañado de fruta fresca.
En el caso de las colaciones, se pueden utilizar opciones naturales como jícama, zanahoria, pepino o betabel rallado. Las comidas principales deben priorizar vegetales frescos, sopas de verdura y evitar empanizados. Para la cena, se sugieren alternativas ligeras como rollitos de pavo, fruta con queso cottage o quesadillas sencillas.
Además, se destaca la importancia de consumir cerca de dos litros de líquidos al día, priorizando agua simple, infusiones frías o aguas frescas naturales sin azúcar. Las bebidas azucaradas deben limitarse dentro del esquema diario. (Notipress)