Tendencias actuales en la compra de terrenos: qué buscan los compradores en 2025

Tendencias actuales en la compra de terrenos: qué buscan los compradores en 2025

Durante los últimos años, la compra de terrenos ha adquirido una relevancia particular en el mercado inmobiliario mexicano. A medida que las ciudades se expanden, las condiciones económicas cambian y los estilos de vida evolucionan, las necesidades y expectativas de los compradores también se transforman. En este contexto, los terrenos en venta en México se han convertido en una opción estratégica para diversos perfiles de inversionistas, desde jóvenes que buscan su primer patrimonio hasta empresarios que planean desarrollos comerciales o habitacionales.

 

Esta tendencia no solo se refleja en la cantidad de terrenos ofertados en distintas zonas del país, sino también en el tipo de características que hoy se valoran como indispensables: ubicación estratégica, acceso a servicios, seguridad jurídica y, cada vez más, potencial de plusvalía.

 

Zonas en crecimiento: más allá de las grandes ciudades

 

Uno de los principales cambios en las preferencias de los compradores de terrenos durante 2025 es el interés creciente por zonas que antes no estaban en el radar de muchos inversionistas. Mientras que durante años la atención se centró en las capitales estatales y las grandes urbes como Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara, hoy los compradores miran hacia municipios medianos con conectividad, infraestructura en crecimiento y precios todavía accesibles.

 

Ciudades como Tlajomulco, Tecámac, Zumpango, Tulum, La Paz o Comitán han ganado popularidad por su potencial de desarrollo urbano, su cercanía con polos turísticos o industriales y la disponibilidad de terrenos con buenos precios. El factor clave que mueve estas decisiones es la posibilidad de comprar a menor costo sin sacrificar conectividad ni servicios.

 

Este fenómeno está alimentado por proyectos de infraestructura como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, autopistas federales o nuevas terminales aeroportuarias. Cuando un terreno se encuentra en la ruta de alguno de estos desarrollos, su valor potencial se multiplica. Los compradores de 2025 están mejor informados y buscan anticiparse a estos cambios.

 

Asimismo, se ha detectado una migración de inversión hacia estados tradicionalmente agrícolas que ahora presentan oportunidades industriales o de turismo ecológico. Oaxaca, Chiapas y partes de Hidalgo están empezando a recibir atención por parte de desarrolladores que buscan adelantarse a las tendencias. La compra de terrenos en estas regiones no responde solo a una lógica de ahorro, sino a la visión de largo plazo de capitalizarse cuando esas zonas vivan un auge de urbanización.

 

Aumento en la compra de terrenos para autoconstrucción

 

La autoconstrucción se ha convertido en una de las razones más frecuentes por las que se compran terrenos actualmente. La combinación de factores como el encarecimiento de las viviendas terminadas, la necesidad de adaptar los espacios al estilo de vida propio y el auge de las familias que prefieren un crecimiento patrimonial paulatino, ha hecho que más personas opten por comprar terreno y construir poco a poco.

 

Este modelo también se ve influido por la creciente oferta de créditos para autoconstrucción por parte de instituciones como Infonavit, Fovissste y algunas financieras privadas. Muchas veces, iniciar por un terreno representa el primer paso para planear un hogar a la medida, sobre todo cuando no se tiene prisa por habitar el espacio.

 

Por otro lado, las personas que optan por esta modalidad tienden a ser más exigentes con ciertos detalles: el tipo de suelo, la inclinación del terreno, el acceso a servicios básicos como agua, luz y drenaje, así como la cercanía con centros de salud, escuelas o transporte público. Hoy, los compradores no solo ven el terreno como un espacio, sino como una base funcional para una vida futura.

 

También ha crecido la tendencia de adquirir terrenos en zonas con vocación ecológica para construir viviendas autosustentables. Proyectos de bioconstrucción, viviendas tipo "off-grid" o casas hechas con materiales reciclables comienzan a popularizarse, sobre todo en estados del sur y sureste. Estos compradores valoran no solo la propiedad, sino el impacto que tendrá en su estilo de vida y el entorno.

 

 

Interés en terrenos para uso mixto y proyectos sustentables

 

Otra tendencia que marca el perfil del comprador en 2025 es el interés por terrenos que puedan utilizarse de forma mixta. Esto se da principalmente en zonas semiurbanas o en franjas de crecimiento de las ciudades, donde es posible encontrar predios que permiten uso habitacional y comercial. La posibilidad de construir un pequeño local en la planta baja y vivienda en el nivel superior resulta atractiva tanto para familias como para emprendedores.

 

Este enfoque responde a una nueva visión sobre el aprovechamiento de los espacios: maximizar el uso, rentabilizar la inversión y reducir tiempos de traslado. La pandemia dejó huella en la forma en que se habita y se trabaja, y muchos compradores actuales quieren tener la posibilidad de operar un negocio desde casa o alquilar parte del terreno.

 

Además, los proyectos con enfoque ecológico ganan peso entre los nuevos compradores. Terrenos con acceso a energías renovables, posibilidad de instalar paneles solares, recolección de agua pluvial, o que se ubican cerca de áreas naturales protegidas, despiertan interés entre perfiles preocupados por el medio ambiente. No se trata solamente de tener un espacio, sino de vivir en armonía con el entorno y reducir el impacto ambiental.

 

Este perfil de comprador también investiga si la zona cuenta con reglamentaciones ambientales que fomenten la sustentabilidad, como normas para el uso de materiales ecológicos o incentivos fiscales para construcciones verdes. El acceso a servicios comunitarios compartidos, como huertos urbanos, centros de reciclaje o rutas para bicicletas, también suma puntos al momento de decidir.

 

Compra de terrenos como estrategia de inversión

 

Comprar terrenos como forma de inversión a mediano o largo plazo es una práctica cada vez más común, especialmente entre personas que no buscan habitarlos de inmediato. Esto aplica tanto a inversionistas experimentados como a personas que quieren proteger su dinero de la inflación o de la volatilidad financiera.

 

El atractivo de los terrenos radica en que, a diferencia de otras propiedades, requieren menos mantenimiento y tienden a aumentar su valor conforme avanza el tiempo y el desarrollo urbano los alcanza. Esta es la razón por la que los terrenos en venta baratos se han posicionado como una opción interesante para quienes quieren entrar al mercado inmobiliario con una inversión relativamente baja y un riesgo controlado.

 

Zonas rurales en transformación, terrenos aledaños a desarrollos turísticos o industriales, así como aquellos ubicados cerca de futuras vialidades, son altamente codiciados. Además, en plataformas digitales, muchas personas analizan el histórico de precios de una región, revisan el crecimiento demográfico proyectado y se informan sobre planes de desarrollo urbano para tomar decisiones fundamentadas.

 

La ventaja de estos terrenos es que se pueden mantener por años hasta que su valor aumente lo suficiente para revender, rentar o incluso desarrollar. En ese sentido, la tierra sigue siendo una de las inversiones más seguras a largo plazo, siempre que cuente con certeza jurídica.

 

Incluso se ha comenzado a hablar de terrenos como "moneda de cambio" futura, ya que, al ser un activo tangible y escaso, permite mayor seguridad frente a la especulación. Este tipo de comprador está más informado, utiliza herramientas digitales para proyectar rentabilidad y apuesta a plazos que pueden superar los cinco o diez años sin necesidad de retorno inmediato.

 

Legalidad, servicios y certeza jurídica como prioridad

 

Uno de los aspectos que más se ha fortalecido en el perfil del comprador de 2025 es la preocupación por la legalidad del terreno. A diferencia de otras épocas donde se priorizaba el precio o la ubicación sin revisar a fondo la documentación, hoy en día es común que los compradores exijan escrituras, verificación del uso de suelo, pagos de predial al corriente y ausencia de litigios o invasiones.

 

Este cambio de actitud responde a una mayor información disponible en línea, a la experiencia de casos cercanos de fraudes inmobiliarios y a una cultura legal que avanza poco a poco entre la población mexicana. También influye el hecho de que muchas personas ya no compran de manera informal, sino que utilizan intermediarios o plataformas que validan los datos de la propiedad antes de mostrarla al público.

 

Por otro lado, el acceso a servicios básicos como agua potable, energía eléctrica, red de drenaje y calles pavimentadas es otro filtro clave para los compradores actuales. Incluso en zonas rurales o en proceso de urbanización, la presencia de estos servicios básicos aumenta considerablemente el atractivo del terreno.

 

Muchos compradores priorizan también que el predio forme parte de un fraccionamiento regularizado, cuente con acceso controlado o vigilancia, o esté cerca de centros urbanos secundarios donde se garantice movilidad y conectividad. La seguridad, tanto jurídica como física, es un punto decisivo para concretar la compra.

 

A medida que el mercado se vuelve más competitivo, los compradores se asesoran legal y fiscalmente antes de adquirir un terreno, para evitar problemas con trámites de escrituración, propiedad comunal o irregularidades en planos catastrales. La compra informada es la norma, no la excepción.

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