¿En qué gastará el gobierno el próximo año?

¿En qué gastará el gobierno el próximo año?

El pasado 8 de septiembre la presidenta de la República envió al Congreso Federal el Paquete Económico para el año 2026, la mayoría que MORENA tiene en ambas cámaras nos hace suponer que se aprobará sin grandes cambios. ¿Cuáles son las propuestas de Claudia Sheinbaum para 2026?

 

Recordemos que el Paquete Económico es el conjunto de volúmenes que proyectan los ingresos y gastos públicos para un año fiscal, por lo que contiene el proyecto de Ley de Ingresos (que debe aprobar primero la cámara de diputados y luego la de senadores) y el presupuesto de Egresos (que sólo aprueba la cámara de diputados. De forma adicional se integra un análisis que se conoce como Criterios Generales de Política Económica, donde se describen las metas para las principales variables macroeconómicas (crecimiento, empleo, inflación, tipo de cambio, balanza comercial y balanza fiscal). El presupuesto debe ser aprobado a más tardar el día 15 de noviembre y entrará en vigor el 1º de enero de 2026.

 

Para el próximo año se prevé un ingreso igual al gasto en un monto de 10.2 billones de pesos. Esto significa un aumento real (considerando la inflación) del 6% con respecto a 2025. No obstante, el crecimiento económico se proyecta entre 1.8 y 2.8%. Esto significa que el gasto estará aumentando por encima de la economía y es una característica de las políticas de tipo keynesianas que sigue el actual gobierno. El 85% de los ingresos provendrá de los impuestos (57.3%), derechos y aprovechamientos (3.7%), de los organismos estatales (12.8%) y petroleros (11.8%). El 15% restante provendrá de deuda pública, lo que refleja un aumento real, de modo que la deuda llegará a representar el 52% del PIB. Una proporción baja si se compara con Estados Unidos y los países de la Zona Euro.

 

Se propone un aumento en impuestos específicos: 200% sobre tabaco; 8% a videojuegos violentos; 50% a servicios de apuestas y una cuota fija de 3 pesos por litro para bebidas azucaradas. En el comercio internacional se adopta una política proteccionista que grava con aranceles de hasta el 50% para promover la industria nacional del calzado, el juguete, textil, químico, plástico, cartón, vidrio, siderurgia y automotriz. De lo anterior se espera el fortalecimiento de las empresas mexicanas y un mayor fomento al empleo, ambos objetivos se enmarcan en el Plan México que busca la industrialización de la zona sur-sureste del país.

 

Con respecto al gasto público, igualmente se seguirá una política keynesiana por lo que hay incrementos importantes en el gasto de infraestructura y en los programas sociales. Es la primera vez que por fin ya no aparecen en la lista 7 “organismos autónomos” que desaparecieron recientemente. En la siguiente gráfica se muestran los rubros del gasto con mayores aumentos y con mayores recortes, destaca el presupuesto al poder judicial, contrario a lo que se pensaría, la nueva estructura judicial gozará de un aumento del 21% nominal o 17% real; en contraste el Instituto Nacional Electoral (INE) tendrá un fuerte recorte del 15%, atribuible a que 2026 no será un año electoral.

 

Elaborado con datos de Paquete Económico 2026

 

El segundo rubro con mayor aumento es la Secretaría de Bienestar que crecerá 16%, esto representa casi una décima parte del presupuesto total. Los programas sociales con mayores beneficios serán el de Pensión para mujeres (267%), la beca para jóvenes Rita Cetina (59%) y Salud casa por casa (93%). Lo anterior asegura incrementar el ingreso disponible de los hogares y con ello un mayor dinamismo de la demanda interna.

 

En tercer lugar se encuentra los pagos de servicio de deuda, es decir los intereses y gastos financieros por la deuda que tiene el país. Habrá un aumento del 13% nominal o 10% real, lo que significa que es el doble de lo que se destinará a Bienestar o a Educación y casi 10 veces de lo que se destinará a salud. La deuda es un lastre que impedirá que esos recursos se orienten a otros proyectos estratégicos, por lo que será urgente una restructuración que permita al estado mejorar sus capacidades de gasto. En ese sentido, las aportaciones que las instituciones financieras realicen al IPAB (deuda del FOBAPROA) dejará de ser deducible.

 

El gasto en Cultura y en Seguridad se recortarán drásticamente y para las Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación (antes CONAHCYT) apenas aumentará 1% en términos reales, por lo que sigue siendo un reto llegar al 1% del PIB destinado a Ciencia.

 

Por último, es importante señalar el contexto de alta volatilidad y recesión que hoy viven los mercados internacionales y que nuestro país ha sido de los menos afectados. También es cierto que las asignaciones presupuestales son resultado de luchas históricas, por lo que no debemos bajar la guardia, tenemos que seguir organizándonos y luchar por fortalecer un gobierno obrero, campesino y popular.

 

*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo

 

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras

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