Late shows bajo presión: Trump celebra salida de Kimmel y pide fin de Fallon y Meyers

Late shows bajo presión: Trump celebra salida de Kimmel y pide fin de Fallon y Meyers

Foto: Hollywood Reporter

Recientemente, los late shows de la televisión estadounidense atraviesan una crisis política inédita. Tras la suspensión de Jimmy Kimmel Live en ABC, el presidente Donald Trump exigió públicamente que se cancelen también los programas de Jimmy Fallon y Seth Meyers en NBC, ambos críticos de su gestión en sus monólogos nocturnos.

 

De este modo, la presión se intensificó luego del asesinato del activista conservador Charlie Kirk, hecho que provocó una oleada de sanciones, despidos y suspensiones contra quienes comentaron el caso. Kimmel quedó en el centro de la polémica cuando dijo en su programa: "El fin de semana tocamos fondo, con la banda MAGA intentando desesperadamente caracterizar al chico que asesinó a Charlie Kirk como algo más que uno de ellos, y haciendo todo lo posible para sacarle partido político".

 

ABC suspendió indefinidamente el programa tras advertencias del regulador de comunicaciones, mientras Nexstar y Sinclair, dos grupos de afiliadas, confirmaron que dejarían de transmitirlo. Trump celebró la decisión en su red Truth Social y apuntó directamente contra Fallon y Meyers: "Eso deja a Jimmy y Seth, dos completos perdedores, en Fake News NBC. Sus índices de audiencia también son pésimos. ¡Que lo hagan, NBC!".

 

La ofensiva contra los presentadores de programas no se limita a ABC y NBC. CBS ya había anunciado en 2026 la cancelación de The Late Show with Stephen Colbert, otro de los críticos más visibles del mandatario. Aunque la cadena atribuyó la medida a razones económicas, el comentario de Colbert sobre un acuerdo financiero de Paramount con Trump alimentó las sospechas de motivaciones políticas.

 

El efecto combinado genera un escenario sin precedentes para los programas nocturnos, los cuales durante décadas representaron un espacio de humor político con amplia audiencia. En menos de un año, tres de los anfitriones más influyentes (Kimmel, Colbert y ahora en la mira Fallon y Meyers) fueron blanco de presiones directas que cuestionan su permanencia.

 

Legisladores demócratas advierten que estas medidas representan un riesgo para la libertad de expresión. Por otro lado, líderes republicanos insisten en los comentarios de los presentadores sobre Charlie Kirk y sobre el presidente cruzaron los límites de lo aceptable en televisión.

 

Finalmente, el futuro de los late shows en Estados Unidos se encuentra ahora en un punto crítico. Cadenas, reguladores y la Casa Blanca están en el centro de una disputa sobre sátira, poder político y límites editoriales. (NotiPress)

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