En el terremoto del 19 de septiembre del 2017 que sacudió a la Ciudad de México, Morelos y Puebla, gran parte de la atención mediática se centró en los daños materiales y humanos en la capital del país, pero en la ciudad de Puebla también se vivieron momentos de gran tensión, incluyendo un episodio particularmente impactante en el estadio Cuauhtémoc.
A la 1:14 de la tarde, justo cuando el movimiento telúrico comenzó, el delantero canadiense Lucas Cavallini ofrecía una rueda de prensa ante medios locales. En ese instante, las cámaras de la televisora Televisa Puebla captaron el momento exacto en que el futbolista percibió el temblor. Visiblemente sorprendido y preocupado, Cavallini interrumpió sus declaraciones y salió rápidamente de la sala de prensa en busca de resguardo.
Los segundos que siguieron estuvieron marcados por la incertidumbre. Reporteros, personal del club y otros futbolistas presentes en el estadio se vieron obligados a evacuar rápidamente la zona. La sensación fue especialmente intensa cerca del túnel de acceso a la cancha, donde el movimiento se sintió con más fuerza debido a la estructura del inmueble.
Uno de los momentos más angustiantes fue protagonizado por el padre del jugador colombiano Brayan Angulo, quien estaba de visita en el estadio. El hombre sufrió una crisis nerviosa durante el temblor, lo que obligó a que recibiera atención médica por parte del personal de emergencia que en las inmediaciones.
Afortunadamente, no se reportaron lesionados entre los presentes en el estadio. Tanto futbolistas como reporteros y empleados del club resultaron ilesos, y tras una revisión estructural, se confirmó que el estadio Cuauhtémoc no sufrió daños significativos.
Días después, Lucas Cavallini recordó el episodio como uno de los más tensos que ha vivido durante su paso por el futbol mexicano. "Fue un momento que nunca voy a olvidar. Todo pasó muy rápido, pero el miedo fue real", declaró el delantero, todavía impactado por la experiencia.
El terremoto de 2017 dejó una marca profunda en todo el país, y el episodio vivido en el Cuauhtémoc es solo una muestra más de cómo el sismo alcanzó todos los rincones del centro de México.
